Oviedo 0 - 0 Celta
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Los avezados en vivir la vida con practicidad acostumbran a aferrarse habitualmente a aquello de hacer de la necesidad virtud. No es mal plan. Pero el Celta quiere evitar tener que llegar a esos límites para encontrar la bonanza que le es esquiva cuando sale a competir fuera de Balaídos. Por eso, esta noche saltará a Mendizorrotza decidido a conquistar un triunfo ante el Alavés que ponga en suspenso la mala racha a domicilio y de paso disipe los nubarrones que amenazan desde el horizonte contra el equipo que, precisamente, iguala con el Espanyol en la frontera entre el cielo y el infierno.
En el banquillo de enfrente estará un conocido no tan viejo. Eduardo 'Chacho' Coudet se hizo cargo del conjunto babazorro hace unas semanas y empieza a templar la temperatura de un ‘Glorioso’ de fútbol ardiente en la capital del frío. Su victoria en el campo del Betis la semana pasada es la mejor carta de presentación para un equipo del técnico argentino que no parece suyo en cuanto al dibujo -su inamovible 4-4-2 en rombo de Vigo no aparece por Vitoria-, pero sí que empieza a serlo en cuanto a intensidad, presión y verticalidad. Es difícil que los clásicos fallen. Y un buen centro desde la banda de un extremo de los de antes como Carlos Vicente para un inmortal 9 añejo como Kike García sabe a tradición. Y a peligro. El equipo celeste deberá ajustarse mejor que nunca en uno de sus déficits de siempre. No amenazarán Antonio Blanco, sancionado, ni los lesionados Joan Jordán y Sivera.
El caso es que el duelo dista mucho de ser de urgencias. Al menos, no para el Celta. Y Claudio Giráldez desea que así siga siendo. No ayuda a calmar la inquietud cerrar una jornada en la que el Getafe ganó 0-3 en Anoeta y puntuaron Leganés -0-0 en San Mamés-, Espanyol -1-1 en el Pizjuán- y Las Palmas -1-1 ante Osasuna-. Tampoco que una derrota esta noche ponga al Alavés a un solo punto. De darse ese caso, el conjunto vigués volverá a casa a cuatro del descenso.
Como solía decir aquel capitán céltico, no es cuestión de preocuparse, pero sí de ocuparse. El rendimiento como visitante se reduce a la victoria en inferioridad en Las Palmas y al empate en el campo del Betis. Pudo ser más. Y a eso se agarran Claudio y sus muchachos. En Vallecas jugaron bien pese a perder. También en el Bernabéu, por más que fuera la Copa. Saben el camino.
También lo supo el conductor del autobús que trasladó a la expedición hasta Burgos, donde hizo noche. Las apreturas del temporal no garantizaban vuelo de ida y el club decidió no tomar riesgos. Al autocar no se subieron los lesionados Iago Aspas ni Alfon. Tampoco el sancionado Mingueza. Problemas para el fútbol ofensivo del Celta. Pero en un choque en el que los duelos van a tener una importancia capital, la labor de Ilaix Moriba y de Fran Beltrán será clave en el medio. La batalla de Starfelt con Kike García promete. Y por fuera, Sergio Carreira parece destinado a seguir aprovechando oportunidades. La duda, delante. Con Borja Iglesias y Pablo Durán fijos, si Swedberg continúa en el once contra el técnico que lo ninguneó, Hugo Álvarez irá al carril. Sino, el ourensano jugará más adelantado, dejando sitio a Cervi. Lo que sea, con tal de encontrar la virtud antes que la necesidad.
La convocatoria que Claudio Giráldez facilitó contó con varios nombres como protagonistas. Quizás el más llamativo de todos ellos sea el de Javi Manquillo. No por estar, sino por todo lo contrario. El defensor madrileño se quedó fuera de la citación por decisión técnica del entrenador porriñés, que sí incluyó a Jailson Marques. El brasileño lleva recuperado algunas semanas y parece listo para volver a disfrutar de minutos.
Del mismo modo, Yoel Lago continúa con el primer equipo. Más aún si se tiene en cuenta que el filial no jugó ayer por el temporal. Por ese motivo, Fer López y Jones El-Abdellaoui también integraron la expedición que viajó ayer por carretera hasta Burgos y llegará hoy a Vitoria.
El temporal de lluvia y viento que entre ayer y hoy afecta a Vigo, a Galicia y a buena parte del resto del norte peninsular provocó que el Celta cambiase su plan de desplazamiento a Vitoria para jugar esta noche ante el Alavés. Inicialmente, estaba previsto volar desde Peinador a la capital vasca en vuelo chárter esta mañana, pero al no haber garantías de que la aeronave pudiese despegar y/o aterrizar, se tomó la determinación de viajar ayer en autobús, con salida a primera hora de la tarde y pernoctación en Burgos. Las condiciones tampoco fueron las ideales para este largo recorrido por carretera, pero los célticos llegaron a la capital burgalesa hacia las diez de la noche. Hoy completarán los 120 kilómetros hasta la urbe alavesa.
Es tremendamente poco habitual que el Celta y el resto de equipos de Primera viajen en autobús. Aunque sí es cierto que los canteranos celestes están acostumbrados a hacerlo hasta poco con el filial. Al ser un viaje esporádico, no debería suponer problema alguno a nivel físico. “El medio de transporte es distinto pero no es excusa para nada”, sentenció ayer el técnico celeste, Claudio Giráldez.
Si la situación mejora, como se prevé, en la mañana del martes, la idea es que el equipo regrese a casa en avión, tal y como estaba organizado previamente. “Vamos a llegar bien, vamos a competir bien. Simplemente nos cambia la tarde de hoy”, insistió el responsable del banquillo vigués.
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