Recuerdos del inicio de Benítez

De alguna manera, Rafa Benítez, técnico celeste, está volviendo a sus orígenes. Su renombrado regreso a la Liga después de una larga y exitosa carrera lejos del fútbol español le está trayendo reconocimiento, en forma principalmente de declaraciones de homólogos rivales, pero también los quebraderos de cabeza que en cuestión de resultados tuvo en sus inicios en Primera División.

Porque la pobre cosecha de puntos que está protagonizando el Celta esta campaña sólo se ve empeorada en su carrera en las máximas categorías por la del Valladolid de la temporada 95/96, su primer paso en Primera y, de hecho, su primer equipo en el fútbol profesional fuera de la cantera del Real Madrid. Por entonces, contaba con apenas 35 años y, ahora, a los 63, se ve en una situación parecida, aunque con el aval de toda su trayectoria. Ésa que, por ejemplo, le permite tener la confianza del club pese a los resultados, la que no tuvo en Pucela, donde fue destituido después de 23 partidos. En el presente, ya lleva 25 y sin visos de que la espada penda sobre él a corto plazo.

Los 20 puntos sumados en esos 25 encuentros suponen una producción de 0,80 por partido, escasa a todas luces pero mejor que los tres equipos que siguen por debajo en la clasificación: Cádiz, Granada y Almería. En aquel Valladolid, equiparando la puntuación a la actual, se fue después de conseguir 2 triunfos y 8 empates, lo que significan 14 puntos en 23 jornadas, con una media de 0,60.

A partir de ahí, siempre ha estado por encima del punto por encuentro en todos los banquillos de máxima categoría hasta hoy. En los 13 partidos que restan, el Celta deberá mejorar tan pírrica producción, empezando por este domingo en el determinante duelo con el Cádiz. La Liga maltrata a Benítez en su reencuentro tal y como hizo hace 28 años. Pero aquel entrenador no es el mismo que el actual.

Inglaterra, Italia y hasta China

Tras su despido en Valladolid, Rafa Benítez regresó a Segunda con el Extremadura para ascenderlo y convertirse así en su siguiente parada en la élite, descendiendo en la 98/99 con un 1,02 puntos por partido. De nuevo, regreso a Segunda para subir con el Tenerife, pero al curso siguiente ya se fue a Valencia, que lo encumbró durante tres excelsas campañas en las que se fue a 1,85 puntos por encuentro.

Tal producción la mejoró en sus seis años en el Liverpool, que se saldó con una media de 1,89 puntos. Y su experiencia en el Inter, pese a su brevedad (15 encuentros ligueros), tuvo un aceptable rendimiento de 1,53. Regresó al fútbol británico para coger al Chelsea a medio curso e irse a casi 2 puntos por cita (1,96). Y, de nuevo en Italia, repitió buenos números con el Nápoles (1,85).

Tal vez, lo más curioso de su carrera es que su mejor media la obtuvo en el Real Madrid, con 2,05, pero no le bastó para no ser despedido tras 18 jornadas, en una temporada que terminó sin poder salvar al Newcastle. Eso sí, lo devolvió a la élite un curso después y se quedó dos más, con un global de 1,18 puntos en Premier.

Ya en su último tramo, menos glamuroso, también mejoró el rendimiento actual. En el Dalian chino, logró una media de 1,17 puntos por cita liguera. Y en el Evertom, del que fue despedido tras 19 jornadas, clavó el punto por partido.