Morata, a la sombra de Aspas

Pese a pertenecer a generaciones diferentes y a ser futbolistas de un perfil de delantero rematadamente distinto, el céltico Iago Aspas y el colchonero Álvaro Morata, que se medirán este domingo en Balaídos, llevan años manteniendo un pulso en la distancia que, a nivel mediático y de selección española, ha ganado sin duda el jugador madrileño. Y ha sido así pese a que los números han clamado en favor del moañés en la gran mayoría de las ocasiones.

Se establece como momento en el que Aspas empieza a alcanzar su plenitud en la élite su regreso al Celta en verano de 2015. Por entonces, Morata ya había empezado a rular por el fútbol europeo y, lo que es más trascendente, ya llevaba medio año acudiendo a las convocatorias de la selección. Con todo, el balance numérico en los últimos siete ejercicios y medio, incluyendo lo ya transcurrido del actual, no deja lugar a dudas: Iago Aspas ha marcado 143 goles y dado 51 asistencias en un equipo como el vigués, mientras que Morata anotó 119 y dio 52 asistencias militando en clubes como Real Madrid, Juventus, Chelsea o Atlético de Madrid. Es decir, el celeste ha participado en 194 tantos, mientras que el habitual nueve de España se ha quedado en 171.

Pese a esa realidad a nivel de clubes, la apuesta por Morata de los diferentes seleccionadores ha estado muy por delante de la realizada por Aspas. El ariete del Atlético acumula ya 61 internacionalidades a sus 30 años, con 30 goles y 7 asistencias entre noviembre de 2014 y el pasado Mundial de Qatar. Por su parte, el ídolo celeste se quedó en 18 encuentros, con 6 goles y 6 pases de gol, entre noviembre de 2016 y junio de 2019. Hubo cuatro encuentros en que ambos coincidieron sobre el campo, debiendo cada uno de ellos al otro una asistencia de gol.

Este curso, los dos llevan 9 goles y Aspas ha dado una asistencia más. Luis de la Fuente decidirá.

Unai, primera baja por sanción

El Celta lleva esta temporada, probablemente sin buscarlo en exceso, un gran ejercicio de contención a la hora de recibir cartulinas amarillas. O, mejor dicho, un gran reparto de éstas entre todos sus componentes de tal manera que la primera baja por sanción haya llegado en la segunda jornada de la segunda vuelta, con la de Unai Núñez este domingo ante el Atlético. Y porque el central vasco fue amonestado en los dos últimos encuentros, en el más reciente por la tángana tras la expulsión de Luiz Felipe. Ahora, el único con cuatro es Hugo Mallo.

La ausencia de Unai, que hasta la fecha había jugado como titular y sin ser sustituido todos los partidos de Liga y Copa salvo el liguero de la visita a Valladolid, crea un problema a resolver en la retaguardia. Al técnico celeste, sobre el papel, se le presentan tres opciones.

Lo más sencillo, respecto al 4-4-2 de los últimos partidos, es mover a Mingueza al centro de la defensa y poner en el campo o a Hugo Mallo o a Kevin Vázquez. Otra posibilidad, ya manejada en la pretemporada otoñal, es que Renato Tapia juegue de central, con lo que Mingueza podría quedarse en el lateral. Y la tercera opción, por plantilla, es dar la oportunidad al canterano Carlos Domínguez junto a Joseph Aidoo. El vigués apenas ha tenido 1 minuto en Liga este curso y con Eduardo Coudet. Carlos Carvalhal le dio sólo los 90 minutos contra el Algar en Copa.