Fer López: "Quiero quedarme en el Celta porque es el club de mi vida"
Entrevista al jugador del Celta Fortuna
“Están calentando la eliminatoria, pero tenemos la cabeza fría y sabemos que podemos pasar”, dice sobre el play off de ascenso ante el Málaga
Aunque nació en Madrid, Fer López (2004) se siente vigués. Y celtista. “Al 100%”, afirma sobre su deseo de continuar en el Celta con un acuerdo de renovación. Todo llegará. Mientras tanto, se centra en la vuelta del play-off de ascenso a Segunda ante el Málaga de mañana, recuerda el fútbol callejero en la Plaza de la Estrella y valora todo lo que aprende en el doble grado de Derecho y ADE que estudia en la Universidad de Vigo. Todo con una madurez impropia para un chico que acaba de cumplir 20 años.
¿Alguna vez experimentó los sentimientos de estos días con el play-off?
Si te digo la verdad, no. Son sensaciones nuevas. Pero me siento preparado para vivirlas y el equipo también. De hecho, hay varios compañeros que ya lo vivieron el año pasado. No es que lo sintamos como un partido más, porque es diferente, pero tenemos que estar tranquilos y confiar en nosotros mismos.
¿Qué sensaciones tuvo en Balaídos y qué espera en Málaga?
La afición estuvo de 10 otro día más. Jugar con ellos es más fácil que el partido de vuelta porque nos van a apretar. Están calentando la eliminatoria porque quieren meter mucha gente. Pero nosotros tenemos la cabeza fría y sabemos que si jugamos bien, podemos pasar.
En ese sentido, se habla mucho de encerrona. Pero, al final, es ganar un partido de fútbol.
Está claro. Es tal cual así. Además, preferimos jugar en campos como La Rosaleda, que son mucho más grandes y que el césped va a estar bien. Por ese lado, contentos.
Dicen que los equipos más veteranos buscan el ‘otro fútbol’ contra los filiales.¿Lo percibió?
No noté mucho. Es verdad que son más veteranos y que a veces se producen situaciones. Pero no percibí gran diferencia con un partido normal de Liga.
Pero, ¿ocurre en general?
Depende un poco de los jugadores. Por mi parte, puede que algún rival haya intentado provocarme, pero yo nunca hice mucho caso. Y al darse cuenta de eso, paran porque no les está saliendo la jugada.
¿Qué tal con Fredi? ¿Nota alguna diferencia con Claudio?
La verdad es que no hubo ningún cambio. La principal ventaja que tuvo Fredi al venir fue mantener lo que había porque ya teníamos clara la idea de juego. Nos dice cosas muy similares a Claudio, así que perfecto. Va todo muy bien con él.
¿Se siente más centrocampista o atacante?
Diría una mezcla. Mediapunta. Quizá mi posición ideal sería la de '8', pero siempre estoy disponible para donde me pongan. Con tal de jugar, me da igual el sitio.
El caso es que su posición requiere cosas de ambos roles. ¿Supone mucho esfuerzo a nivel de entendimiento táctico?
Sí. Sobre todo al principio de la temporada. Tuve muchas sesiones de vídeo con Róber (Fernández, el segundo de Claudio Giráldez). Había días peores en los que no entendía muy bien los conceptos, pero sigo trabajando y poniendo el foco en eso. Creo que cada vez me estoy volviendo mejor interpretando los espacios. Pero tengo que seguir progresando para poder jugar tanto arriba como en el doble pivote.
¿Jugaba en la calle de pequeño?
Mucho, mucho. En la Plaza de la Estrella jugaba mucho a la pelota y también en el patio del cole. De hecho, cuando era alevín o así, mi padre me decía que no jugase si teníamos partido entre semana, pero yo no le hacía mucho caso porque me encantaba.
Se lo digo porque tiene chispazos de ese tipo de jugador.
Esas vivencias ayudan porque en situaciones de poco espacio creo que me desenvuelvo bastante bien. Así que es un punto positivo.
Qué bonito es cuando un futbolista mejora el guion a base de saltárselo. ¿Le sale natural?
Si soy sincero, cuando cojo el balón en tres cuartos, no pienso nada y a la vez pienso muchas cosas. La jugada cambia según los movimientos de mis compañeros. Así que ejecuto por instinto, que es cuando mejor juego.
Y a un jugador de calle, ¿la táctica limita o ayuda a ordenarse?
Si la entiendo bien, me ayuda a ordenarme. Sobre todo a nivel defensivo. En la parte ofensiva, los entrenadores me dejan un poco de libertad. Y lo tengo hablado con ellos, porque cuando me limitan a hacer ciertos movimientos, me noto más incómodo y no puedo demostrar bien mi juego. Pero tanto Claudio como Fredi me dejan total libertad para hacer lo que crea de tres cuartos hacia adelante.
Habla de Claudio, que fue muy importante para usted. Imagino que tenerlo en el primer equipo anima aún más.
Está claro. Y más viendo las oportunidades que da a compañeros y que ellos están respondiendo. Eso te anima a trabajar más duro porque lo ves más cerca y sientes que con esfuerzo, entendiendo bien los aspectos tácticos y mejorando en lo físico, puedes tener tu oportunidad.
¿En qué punto está su renovación?
Si te digo la verdad, esos temas los lleva mi agente. Yo le dije que no quería saber nada, que solo quería centrarme en jugar y en disfrutar hasta final de temporada. Pero lo que tengo claro es que quiero quedarme en el Celta porque es el club de mi vida. Es lo que le comuniqué a mi representante: quiero seguir al 100%.
Marco Garcés dijo hace unos días que quiere comprometerse con jugadores que quieran comprometerse. ¿Se sientes comprometido con el Celta?
Al 100%.
Parte de ese compromiso está en seguir progresando. ¿Qué aspecto cree que tiene que potenciar más?
Sobre todo, defensivamente. Entender bien cuándo tengo que saltar a la presión y cuando tengo que replegar. Con balón, siempre me insisten que lo quiero siempre al pie. Así que a veces tengo que ver si puedo hacer daño al espacio. Son dos cosas que tengo que mejorar, aparte del nivel físico.
¿Sigue un plan de trabajo específico en ese aspecto, verdad?
Sí. Estoy intentando ganar explosividad y rapidez con los preparadores físicos del club para poder ir más al espacio y también para ganar resistencia. Me está viniendo bien. El día del Barça B jugamos 100 minutos y cuando me enseñaron los datos del GPS resultó que estuve a un nivel bastante alto. Es lo que tengo que hacer. Seguir potenciándome en velocidad, resistencia y fuerza.
En realidad, su cuerpo también cambió con un buen estirón.
¡Sí! Fue en la cuarentena. Pasé de medir uno sesenta y pico a casi 1.80. Al principio, te sientes un poco descoordinado, pero a base de trabajar la movilidad, ahora me noto bastante bien. De hecho, creo que, para mi altura, soy bastante ágil. Mi cuerpo aún tiene que seguir cambiando. Sobre todo, a nivel de anchear. Este último año aún crecí un par de centímetros y todavía no ha terminado el proceso. Así que a ver si puedo parar de crecer ya a lo alto y empezar a lo ancho.
Son procesos distintos a otros chicos de su edad. ¿Un mundo tan particular como el del fútbol ayuda a madurar o lo dificulta?
Depende de la persona. En mi caso, sí me ha ayudado a madurar más rápido. Sobre todo por cómo lo pasé cuando era pequeño y no crecía. Fueron momentos duros. Mi familia y mis amigos me apoyaron mucho, pero la experiencia me ayudó a madurar. Si no hubiera estado relacionado con el fútbol, habría ido más lento.
La universidad le pone en contacto con otras personas de su edad. ¿Cuánto aprende allí de la vida y cuánto en el fútbol?
Como solo tengo clase por la mañana, está siendo más complicado ir este año. Es verdad que te relacionas con gente de contextos distintos, compañeros de fuera, que no están con sus familias, algo que también pasa en el fútbol. Tiene que ser difícil. Son mundos distintos, pero no tanto: las experiencias son parecidas. Los dos me enriquecen.
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