Con David enfrente por primera vez

En medio del muchísimo ruido que estos días genera el Oviedo y de los múltiples planes de viaje del celtismo para estar mañana en el Carlos Tartiere, a la afición del Celta le enternece el corazón reencontrarse dentro de la plantilla del conjunto asturiano con un fruto de su propia sangre: David Costas. El chapeleiro, si así lo estima su nuevo entrenador, Guillermo Almada, y no se lo impiden unas inoportunas molestias en la espalda, se medirá mañana por primera vez en su carrera al equipo en el que se formó, el céltico. Todo un hito personal para un futbolista maduro (30 años) que es referente y capitán del bloque ovetense, al que salió desde las filas celestes hace un lustro y medio.

Con mucha mili en Segunda División, Costas regresa a Primera, donde llegó a disputar 40 partidos con el Celta en hasta cinco temporadas distintas. Este curso, con algún problema físico en el arranque, ha jugado en 11 de las 16 jornadas, 10 de ellas como titular. Y no se ha perdido ni un solo minuto de las siete últimas tras ganarle el pulso por el puesto al ex del Villarreal Eric Bailly.

Poco (o mucho, quién sabe) queda de aquel futbolista menor de edad al que Luis Enrique Martínez puso en primera línea de fuego de forma sorprendente en el arranque de la temporada 2013/2014, tras la agónica salvación de unos meses antes. Fue titular en 13 de las 17 primeras jornadas de aquel curso, saltando directamente desde el conjunto juvenil y sin paso por un filial que sólo pisó en seis ocasiones ese mismo curso, cuando perdió el favor del técnico asturiano. Un central espigado, con salida de balón aseada. Dejó muestras de calidad, pero también de la premura de su subida al primer equipo cuando no se estilaba.

Sin sitio para Eduardo Berizzo, tras una campaña de concienciación comenzó hasta tres cesiones consecutivas en Segunda (Mallorca, medio curso en Oviedo y Barcelona B) antes de reintegrarse de nuevo en el primer equipo celeste el movido curso 18/19, el de los tres entrenadores y salvación agónica. Y nueva cesión a Segunda (Almería) en la 19/20 antes de pasarse en blanco su último año de contrato en Vigo. Y de fichar por el Oviedo, equipo en el que se ha hecho un nombre a lo largo de cuatro temporadas de mucha presencia en la categoría de plata.

Desde aquel 2021, ha pasado ya mucho tiempo pero no tanto. Costas ha compartido vestuario no sólo con el sempiterno Iago Aspas, sino también con otros futbolistas aún en el equipo celeste como Fran Beltrán, Joseph Aidoo o Iván Villar. Y en su inédito último año en Vigo comenzaron a despuntar otros célticos como Sergio Carreira, Carlos Domínguez o Hugo Sotelo.

Si la espalda se lo permite, Costas jugará mañana su partido 148 con el Oviedo. Precisamente, 100 más de los que jugó con el Celta. Su lugar de nacimiento futbolístico, aunque nunca le fuese dado llegar a triunfar de celeste. No fue por no intentarlo. Ni por no colaborar con hasta cuatro cesiones. David se merecía retornar a Primera y enfrentarse a su ex equipo. Veremos si sucede mañana.

Santi Cazorla, de 2005 hasta mañana

Santi Cazorla acaba de cumplir 41 años y es el gran referente del Oviedo, equipo al que regresó en 2023 para poner fin a su larga trayectoria, demasiado marcada por las lesiones. El creativo centrocampista no estuvo en la última jornada contra el Sevilla, tras haber sido expulsado en el duelo anterior, pero está a disposición de Guillermo Almada, nuevo técnico ovetense, para recibir mañana al Celta.

Hace cinco años y medio que el equipo celeste no cruza sus caminos con el carismático futbolista. Y hace más de 20 que lo hizo por primera vez. En ambos casos visitiendo la camiseta del Villarreal: allá en septiembre de 2005, con un 1-2 final y tantos de Riquelme y Baiano (2). En total, nueve duelos: cinco victorias celestes, un empate y tres derrotas, dos ante el Recreativo y una, la última, ante el Villarreal.