El Celta pierde 7,5 millones y presupuesta 107: necesita vender
El club celeste cuenta con desprenderse de jugadores por 34 millones para cuadrar cuentas tras pérdidas, principalmente por indemnizaciones
Sin haber alarma, lo menos luminoso de este Celta de Marián Mouriño y Claudio Giráldez, al menos en el corto plazo, son sus cuentas. El club presentará a sus accionistas en la asamblea del próximo 20 de noviembre un resultado negativo del ejercicio ya cerrado, por segundo año consecutivo, y un presupuesto con más ingresos pero que precisará para ser cuadrado de importantes ventas de jugadores.
Resultados negativos
En números, en el curso 23/24 hubo una pérdida de 7,5 millones (7.542.452,73), que se suma a los 13,3 del anterior, y de cara al ya en vigor se fija un presupuesto de gastos de 107 millones -el más alto de la historia una vez más- y se espera un resultado positivo de 1,5, pero contando con 34 millones de margen positivo en la compra-venta de futbolistas.
Al acumular resultados negativos en tres de los últimos cuatro ejercicios (-9,4 en la 20/21, -13,3 en la 22/23 y los actuales -7,5, con una ganancia de 0,1 en la 21-22), el patrimonio neto del Celta, que es su gran colchón, mantiene la tendencia a la baja, pasando de 71,1 a 62,6. Y que en tesorería se pase de 26,5 a 4,5 millones. Nada excepcionalmente grave en el corto plazo pero que sí obliga a una economía de ajustes, sin alegrías en gastos y con necesidad de ventas. Importantes.
Venta de jugadores
Porque los fuertes ingresos habidos en los dos últimos años -Gabri y Larsen, por 30 millones cada uno- ya están consignados en las cuentas que los accionistas aprobarán el próximo mes. Y han sido claves para evitar un desplome importante del ejercicio, lastrado por 7,7 millones de indemnizaciones. En concreto, éstas suponen un 85% de unas pérdidas que, sin ellas, quedarían reducidas al entorno de un millón de euros.
Entre los indemnizados, lógicamente lo más gravoso son las consignadas a Rafa Benítez y su cuerpo técnico, cuya cuantía exacta está protegida por una cláusula de confidencialidad. También entran las realizadas a los jugadores que dejaron el club el pasado verano solventando los años pendientes. Y las recibidas por el personal no deportivo de alta dirección que ha dejado el club en los últimos tiempos (María José Herbón y Julio Vargas, entre otros).
Aspectos positivos
Pese a todo lo antedicho, el club pone el acento en los aspectos positivos, más allá de las ventas recientes. Que los hay, aunque su valor porcentual sea menor. Por ejemplo, que la cifra de negocios de la entidad sigue al alza. De 69,4 a 71,6 de junio de 2023 a junio de 2024. Y en el presupuesto de este ejercicio se espera llegar a los 73,2. Así, el club habla de un incremento del 36% en dos años. De hecho, para el curso cerrado estaban previstos 101 millones de ingresos y se realizaron 114. Tope histórico al que colaboraron de forma trascendental Gabri y Larsen, obviamente.
Estudiando estas partidas de ingresos en este último ejercicio, los números sonríen en cuanto a entradas y abonados. El primer factor pasa de 1,7 a 3,2 y el segundo, de 4,1 a 5,1. En global, un 41% de incremento. Y en comercialización, se sube de 2,3 a 4,4.
En este cuadro de ingresos, el único pero es que baja la partida más importante, la de retransmisiones televisivas. De 49 millones en la temporada 23/24 se espera pasar a 47,3 en la actual. Un descenso achacable, principalmente, a las malas clasificaciones del equipo en los últimos cinco años.
Plantilla
Dentro de la contención planificada, un capítulo importante es el de la plantilla de jugadores. En frío, el coste el pasado ejercicio subió de manera estratosférica: de 45,6 a 61,9. Pero hay que tener en cuenta, de nuevo, el caso Benítez y el resto de indemnizaciones. De cara al próximo, se presupuestan 49 millones, que sin tener en cuenta el desvío del pasado curso, supone un descenso de unos 4 millones. Es decir, que la actual plantilla es más barata que la precedente.
Y ése es el camino marcado: plantillas más baratas y ventas necesarias mientras se trabaja en el aumento del resto de ingresos. Clave para el resultado contable pero también para el límite salarial.
En resumen, la situación económica del Celta no es mala porque parte de una gran base. Pero necesita de ajustes a corto plazo que limitarán su capacidad de maniobra, a la espera de ingresos atípicos ya planificados.
Los cedidos suponen un 11,5% del límite salarial
La parte que el Celta sufraga de las fichas de los cinco jugadores cedidos por el club esta temporada suponen un 11,5% del límite salarial. Es decir, en torno a 9 millones de euros de un total de 77,6. Cierto es que tampoco el club vigués asume la totalidad del suelo de los cedidos de los que dispone: Borja Iglesias e Ilaix Moriba. La cesión vuelve a ganar peso como operación en el mercado.
El crédito a GES de 3,1 millones ya ha sido devuelto
El crédito concedido en su día al grupo empresarial GES, del que forma parte el Celta, ya ha sido devuelto en su totalidad. Así queda consignado en las cuentas, con un valor de 3,1 millones.
Balance positivo de deudas y deudores a largo plazo, no a corto
El club tiene deuda cero a efectos contables, pero en el día a día, mantiene operaciones abiertas (ventas y compras de jugadores) que debe consignar como deudores -lo que le deben- y deudas -lo que debe-. Las primeras se elevan a 74 millones y las segundas se quedan en 43. Positivo. Aunque a corto plazo, varía el panorama: 24 y 28.
Recibido ya casi el 60% del fondo CVC: 50 millones
El fondo CVC sobrevuela la cuentas del Celta. Por el momento, ya ha podido disfrutar de 50 de los 85,6 millones que se le adjudicaron. Restan otros 35,6, que deberán ser invertidos siempre en infraestructuras o en desarrollo informático, nunca en jugadores. Claro que en el último año hubo que reservar 2,5 millones para la amortización de este préstamo.
La junta, fijada el 20 de noviembre
Los accionistas están citados el próximo día 20 de noviembre en la sede del club para la junta anual.
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