Claudio Giráldez: “Me siento orgulloso de entrenar al equipo de mi vida”
El técnico del Celta amplía su contrato con el club dos años más, hasta 2027, y confía en que “no será el último”
Vestido con un elegante traje oscuro, camisa blanca y corbata negra, Claudio Giráldez escenificó ayer en la sede del Celta la ampliación de su contrato dos años más -hasta el 30 de junio de 2027-, arropado por familiares, amigos y componentes de su cuerpo técnico -también renovados-, además de la presidenta del club, Marián Mouriño, y su director deportivo, Marco Garcés.
En menos de un año, Giráldez ya ha firmado dos contratos como primer técnico del Celta y, como él mismo aseguró, confía en que “no será el último” porque se siente “muy orgulloso de entrenar al equipo de mi vida”.
Antes de someterse a las preguntas de los medios de comunicación, el preparador porriñés improvisó un discurso lleno de agradecimientos. El primero de ellos, “al club y a todos los trabajadores de la entidad que me han acompañado en estos más de diez años que llevo en el Celta por el cariño, por el respeto y por la ayuda que sentí desde el primer día que entré en este club. Son fundamentales para que hoy estemos aquí celebrando esta renovación”, empezó diciendo Claudio, que continuó con la afición “por el cariño recibido, incluso antes de ser el entrenador del primer equipo. Es espectacular ver Balaídos lleno cada fin de semana, el cariño que recibo en la calle y en las instalaciones deportivas del club, el entendimiento de mis errores o de mis decisiones y el apoyo, la ayuda y el ánimo a las cosas que vamos haciendo bien”.
Giráldez se acordó también de su cuerpo técnico, “sobre todo, a los que llevan más tiempo aguantándome. Soy una persona difícil de llevar en el día a día, muy exigente, y creo que tiene mucho mérito estar tantos años conmigo. Y a los que llevan menos tiempo en el cuerpo técnico, valorar el apoyo y la fidelidad desde el primer día. Que unas personas que se dedican en cuerpo y alma al Celta me hayan abierto los brazos desde el primer momento y me hayan apoyado y ayudado en el día a día es un orgullo, un auténtico privilegio”, dijo.
Pero, sobre todo, el técnico porriñés quiso expresar su agradecimiento al grupo de futbolistas que dirige, “que son los protagonistas de este deporte, los que tienen el mérito de que hoy estemos aquí renovando. Hoy me toca a mí tener los focos, pero creo que el mérito es de los futbolistas, de todos los que he tenido desde que empecé a entrenar, de todos los que he tenido en el Celta desde que llegué aquí, y en especial, de los que tengo ahora mismo. Y todavía quisiera poner más el foco en los que menos han participado conmigo en mis equipos, por el respeto, por el cariño, por el convencimiento que tienen en el día a día. Es un auténtico lujo para mí ver entrenar a mi equipo, disfrutar de ellos todos los días. Estoy súper orgulloso de los jugadores y del equipo que tengo, y quiero agradecerlo públicamente porque creo que muchas veces no se valora. Y solamente por cómo son en el día a día, por la ilusión, por aguantar la exigencia, incluso cognitiva, y la presión que metemos nosotros con esa ilusión y con la mente siempre abierta, merecen que todos los celtistas, mientras vistan nuestra camiseta, defendamos y apoyemos a nuestros jugadores al máximo sea el día que sea”.
Por último, tuvo unas palabras para su familia -"por el respeto a mi profesión"- y aseguró que su renovación “es un paso más: queremos ser ambiciosos y que creo que el camino es que sigamos confiando en lo que hacemos. Que esa ilusión que se vive en Balaídos y en Vigo se mantenga mucho tiempo. Me siento muy orgulloso de ser gallego, de ser celtista, de entrenar al equipo de mi vida y de lo que estamos generando entre todos los estamentos que antes he nombrado. Y hacerlo siendo valientes. Ambición y valentía son dos palabras que hemos repetido desde el primer día que llegamos aquí y para eso tenemos que asumir muchas veces riesgos. Y el entendimiento de esos riesgos, de dónde venimos y de los pasos que queremos dar, supone a veces equivocarnos, pero supone a dónde queremos ir y estoy totalmente de acuerdo con lo que el club quiere hacer. Por eso ha sido tan fácil renovar”, sentenció.
"Tengo los pies en el suelo y vivo igual que antes"
Claudio Giráldez asegura que, desde el pasado 12 de marzo, cuando dejó el filial para tomar las riendas del primer equipo, hasta ayer, cuando firmó su renovación con el Celta, su vida no ha cambiado en lo esencial. “Creo que tengo los pies en el suelo y sigo viviendo igual que como vivía antes. Ha sido todo muy rápido y es difícil que haya habido muchos cambios porque el día a día, la rutina, nos lleva demasiado tiempo y es difícil ponerte a hacer grandes cambios. Evidentemente, tenemos una tranquilidad económica que a lo mejor no teníamos antes y, sobre todo, me siento con mucha fuerza y con mucha energía de poder dar pasos a nivel deportivo, que es lo que me apasiona, y con una gente que confía en ti. Eso es muy bonito y nos hace estar muy felices, pero si he de decir lo que más me cambió en los últimos tiempos es que tengo dos hijas, que antes no tenía, y eso te cambia la vida muchísimo”, explicó el preparador porriñés, que tampoco considera que se haya transformado como técnico: “siempre evolucionas porque estamos en permanente evolución, pero en la idea matriz, en los que soy y siento, veo el fútbol de la misma manera. Porque creo que es el camino correcto para poder obtener mejoras de los jugadores y del equipo y, por lo tanto, resultados. Porque me gusta ver a los equipos que entreno, me gusta cómo entrenamos, cómo jugamos y el ambiente que generamos”.
Sobre su renovación, que tanto los directivos como el técnico coincidieron en señalar que había sido fácil y rápida, Giráldez aseguró que los motivos que le llevaron a firmar por dos años fueron “lo primero, que soy feliz aquí. Lo segundo, que estoy de acuerdo con hacia dónde quiere ir este club. Soy una persona ambiciosa, exigente y estoy rodeado de gente que es de la misma forma de ser que yo. En cuanto a los años, hemos hablado de distintos escenarios. Creo que es difícil jugar a adivinar por más años que en un plazo como ese y, en último lugar, porque creo que va a ser fácil que nos volvamos a sentar a hablar; estamos permanentemente en conversación y es muy fluido lo que pasa entre la directiva y yo”. En cuanto a la duración del contrato, Claudio añadió que “es un acuerdo al que llegamos las dos partes, que estábamos cómodos con esa duración. Y si es largo o es corto, dependerá de muchas cosas, de los sentimientos de cada uno, que les gustemos más o menos… Creo que es una duración correcta y que no será nuestro último contrato”.
Por último, Claudio aseguró que no se ve una figura como la de Imanol Alguacil en la Real Sociedad. “Me veo como Claudio Giráldez, no me veo como otra cosa ni quiero que el Celta sea la Real Sociedad. Quiero que el Celta sea el Celta, que tengamos nuestra seña de identidad, y ya lo somos. Tenemos muchas cosas que nos hacen diferentes y que tienen que marcar nuestro camino.Y creo que estamos en un momento muy bonito en el que todo va de la mano”.
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