El céltico Fer López, de Brickwall a Primera División

Los caminos de una vida y de una carrera deportiva generan multitud de cruces con otras vidas y otras carreras. El devenir vital de un joven futbolista está plagado de nombres y caras que, en algún momento y durante algún tiempo, han sido importantes. Y de todas las experiencias se nutre la persona y el jugador en el intento de alcanzar el sueño. Como el que palpó el pasado viernes el vigués Fer López al debutar en Primera División siendo titular con el equipo de su formación, el Celta, en el duelo ante el Mallorca. Siguiéndolo, en la distancia, la familia del Bacton United 89, un club inglés que celebra estos días la fortuna de que aquel chaval que conocieron durante apenas tres meses en 2018, con apenas 14 años y sin estirón mediante, haya llegado a la élite.

La familia de Fer, como tantas, consideró en su día que al adolescente le vendría bien una estancia lo suficientemente larga en Inglaterra como para ir cogiendo soltura con el inglés. En el caso del ya por entonces céltico, pasó tres meses en una escuela privada inglesa en la localidad de Stowmarket. Futbolista incipiente, ni Fer ni sus padres quisieron que dicho paréntesis frenase su aprendizaje futbolístico y buscaron una persona que pudiese ocuparse en este tiempo de dar continuidad a lo aprendido en Vigo. Esa persona fue Paul Grainger, un experimentado técnico con demostrada capacidad para cuidar a jóvenes jugadores.

La conexión con el Bacton United 89 fue sencilla. Grainger quería que Fer pudiese compartir entrenamientos con otros jugadores y consultó a su amigo Ryan Owens, actual entrenador del primer equipo del club, si podía acercarse a las sesiones. Dicho y hecho, Fer pasó a integrarse con jugadores de más edad y mucho más tamaño, adecuando los ejercicios a su edad y a su momento de maduración futbolística y física.

Fueron apenas tres meses pero el joven dejó el suficiente calado en la entidad británica como para que hayan seguido sus pasos. De tal forma que la cuenta oficial del Bacton United 98 se hacía eco el pasado viernes del debut liguero del ahora espigado centrocampista. “El pequeño chico que entrenó con nosotros en Brickwall durante tres meses acaba de empezar por primera vez en la Liga”, apuntaban mentando tanto al Celta como a Paul Grainger. Y el técnico Owens iba un poco más allá en los recuerdos: “¡Me encanta esto! Lo trajo Paul para entrenar y enseguida se podía ver lo bueno que era. Recuerdo haberle dicho que fuese con calma porque todavía era pequeño pero él no estaba dispuesto a aceptar nada de eso. De Brickwall a la Liga”.

El debut en Primera no acabó demasiado bien porque Fer López tuvo que dejar el campo antes de llegar al descanso por una lesión que lo tendrá unas seis semanas sin jugar. Cuando vuelva, seguro que desde la pequeña localidad de Bacton habrá varios pares de ojos siguiendo sus evoluciones. Lo bueno de ir dejando en tu caminar un buen recuerdo.

Ryan Owens: “Tiene la misma sonrisa; le encantaba tirar caños”

Ryan Owens es el actual primer entrenador del conjunto sénior del Bacton United 89 Football Club y recuerda perfectamente la convicencia de Fer López con su equipo hace seis años. “Es brillante ver cómo Fernando (como lo conocíamos) ha progresado y ha llegado hasta el primer equipo del Celta de Vigo. Aunque realmente no es una sorpresa para nosotros, ya que a menudo vimos algunas de sus habilidades ya en 2018”, apunta.

Sin dificultad, el técnico rememora los pormenores de la estancia del céltico en Brickwall, el lugar de entrenamiento del club. “Él estaba en una escuela privada en Stowmarket, donde mi buen amigo y leyenda del fútbol local Paul Grainger le estaba dando un poco de entrenamiento de fútbol adicional mientras estaba aquí en Inglaterra. Paul me preguntó si podía venir a ver algunas de las sesiones de entrenamiento que realizamos y, por supuesto, estuvimos encantados de darle la bienvenida para que echara un vistazo a nuestro club y conociera a los jugadores”, relata.

La idea no era que compartiese los entrenamientos al completo, ya que sólo tenía 14 años. Así lo explica Owens: “Debido a su edad, no siempre pudimos dejarlo participar en algunas de las sesiones del partido de fútbol, pero a menudo hacía el calentamiento y luego se unía a los ejercicios de tiro al terminar”. Y en esos momento, el incipiente futbolista ya dejaba destellos. “Le encantaba mostrar su destreza con el balón incluyendo caños a varios jugadores de forma regular. Además de encontrar la red con frecuencia con sus tiros curvados. Fernando medía la mitad de tamaño que el resto de los jugadores pero eso no le molestó”, explica.

El recuerdo que tiene en el Bacton de su Fernando es óptimo. “Fue un placer verlo disfrutar entonces. Tiene la misma sonrisa ahora que está jugando al más alto nivel. Todos los jugadores, yo mismo y los directivos del club estamos encantados por él y esperamos que continúe su trayectoria futbolística. Siempre sonreiremos sabiendo que hemos sido una pequeña parte de ella”, concluye Owens.