Orbelín, efímero y muy rentable

El Celta y el AEK de Atenas pactaron el pasado viernes y rubricaron a primera hora de ayer el acuerdo de traspaso de Orbelín Pineda desde el club vigués hasta el heleno, por una cantidad que los clubes ocultan y que algunas fuentes cifran en 6,5 millones de euros. La operación era deseada por todas las partes: por el conjunto griego y el futbolista, dado el buen rendimiento de éste la pasada campaña, en la que militó como cedido; y por la entidad celeste porque se trata de una operación muy rentable en lo económico, teniendo en cuenta que el internacional mexicano llegó a Vigo en enero del pasado año sin mediar traspaso alguno.

Queda la duda, claro está, de si el fútbol de Orbelín, que estos días está concentrado con su selección jugando la Copa Oro como titular, habría podido dar alegrías a la afición celeste. Disputó apenas siete partidos y 93 minutos en el primer semestre pasado en Vigo, cuando no convenció al técnico celeste Eduardo Coudet, lo que le llevó a buscar una cesión el pasado verano para no perderse el Mundial de Qatar con México. En el AEK sí ha sido un jugador importante en una campaña exitosa, con los títulos de Copa y Liga.

Con estos escuetos números, el mexicano pasa a engrosar la lista de fichajes extranjeros realizados por el Celta sin apenas trascendencia dentro del campo.

Jaburú: 0 minutos

Ha habido tres casos paradigmáticos que ni llegaron a debutar. El brasileño Jorge Sousa Matos ‘Jaburú’ llegó en 1958 procedente del Oporto a cambio de un millón y medio de pesetas, el fichaje más caro hasta la fecha del club vigués, pero un problema de espalda rodeado de misterio no le permitió ni debutar.

Diego Alves: 0 minutos

También una lesión mediatizó el paso recientísimo de Diego Alves por el equipo vigués. El veterano portero brasileño era suplente de Iván Villar cuando se lesionó durante un entrenamiento. Llegado como refuerzo fuera del periodo de fichajes por la también lesión de Marchesín, acabó llegando a un acuerdo de resolución de contrato ante el final de campaña.

Zoran Djorovic: 0 minutos

En el caso del futbolista serbio no se dio lesión alguna. Llegó de la mano de su hermano Goran, brillante central que dio un excepcional rendimiento en Vigo, y nunca dio el nivel como para jugar en Vigo. Su presencia era sólo una excusa para poder disponer de su hermano.

Welliton: 4 minutos

El brasileño fue el recurso de urgencia buscado en el mes de enero para reforzar la delantera del equipo de Luis Enrique Martínez. Pero, a nivel físico y de actitud, nunca ejerció como futbolista del primer equipo. El resultado fue que apenas jugó 4 minutos y se acabó yendo con muchísima pena y nada de gloria.

Limperger: 35 minutos

Una grave lesión fue la causante de que el húngaro Zsolt Limperger apenas visitiese la camiseta del Celta dentro de un terreno de juego poco más de media hora. El mediocentro llegó del Burgos en el mercado de invierno de la campaña 93/94, pero en el partido de su debut, en el minuto 13, se rompió el tendón de Aquiles derecho. Después, sólo jugó 20 minutos más en un duelo copero la siguiente temporada, que no acabó en Vigo.

Areias: 90 minutos

El lateral Miguel Areias también aterrizó en el Celta en un mercado de enero, concretamente en el de 2007, cedido por el Oporto. Y no pasó demasiado tiempo hasta su debut, un 11 de febrero en Balaídos ante el Espanyol (0-2). Fue titular y disputó los 90 minutos. No volvería a jugar.