El Celta abre la temporada hoy con solo dos caras nuevas

La vida te estampa el paso del tiempo. Cuando todavía no has olvidado los ecos de una temporada, ya tienes la siguiente encima. El Celta da comienzo esta tarde en Balaídos a la temporada 24/25, la que lleva el sello de Claudio Giráldez, salvador el pasado curso, desde el primer minuto y en la que se vuelve a desear una salvación tranquila, un lujo por estos lares últimamente. El Alavés, más cambiado que un equipo vigués con apenas dos refuerzos, pondrá a prueba la solidez del sueño inicial: ganar el primer partido, algo que no sucede desde hace nueve años.

El equipo vigués es prácticamente un calco del año pasado. De hecho, es posible e incluso probable que el entrenador apueste hoy por un once que podría haberse dado el ejercicio anterior. Claudio tiene claro que la idea base no se cambia -control de balón, presión en campo rival, vocación propositiva- y que el dibujo de salida sigue siendo el de los tres centrales, dos carrileros, dos mediocentros, y tres atacantes. Pero también es consciente el de Porriño que cualquier factor sorpresa que pudo favorecer en el arranque de las diez jornadas en las que llevó al primer equipo la anterior campaña ya no existe. Así que hay que ajustar para sorprender.

Sin tener asegurado el once, sí que hay jugadores que apuntan a estar casi siempre, sino siempre. Uno sería Vicente Guaita, pero está lesionado e Iván Villar y Marc Vidal se disputan ser titulares hoy. Los otros dos imprescindibles son, sobre el papel, Iago Aspas y Óscar Mingueza -hoy, probablemente, en su versión carrilero derecho-. Y no sería osado situar muy cerca, pese a su juventud, al canterano Hugo Álvarez -carrilero izquierdo-.

A partir de ahí, se espera la apuesta por jugadores que han hecho una gran pretemporada, como Carlos Domínguez en defensa y Williot Swedberg y Anastasios Douvikas en ataque. Y no se espera todavía a ninguno de los dos fichajes -Borja Iglesias e Ilaix Moriba- de salida. En el centro del campo, Fran Beltrán suele acabar por reinar casi siempre y a su lado se puede mover Damián Rodríguez. Restaría completar los centrales con Javier Manquillo y Jailson Marques flanqueado al mentado Carlos.

Poco nuevo. Porque este arranque se ve como un intento de continuismo de todo lo bueno vivido en la salvación del año pasado. Y se desea que los resultados acompañen para que el mercado abierto, con tanta salida pendiente, no empañe la ilusión del proyecto. Son dos partidos en casa para empezar y hay que aprovecharlos bien.

Enfrente, el Alavés viene de una gran campaña pero ha tenido que reinventarse. Por lo tanto, está menos hecho que el Celta, sobre todo en la línea defensiva. En la que no estará, entre otros, Manu Sánchez, por la cláusula del miedo de su cesión desde Vigo.