Camino a Stuttgart cinco lustros después

Hace más de 24 años y medio. No es toda una vida pero, en ciertos aspectos, lo parece. El Celta regresará a Stuttgart el próximo jueves para abrir la décima participación europea de su historia. Hace estos casi cinco lustros, el equipo vigués vivía su cuarto paseo continental, el tercero consecutivo, aunque éste precisase del paso previo por la Copa Intertoto. Ahora, se asume la experiencia como un premio aislado; por entonces, era una extraña pero real rutina.

Fue un 15 de febrero de 2001. Aquel archirrenombrado equipo de Alexander Mostovoi, Valery Karpin, Fernando Cáceres o Gustavo López, con Víctor Fernández en el banquillo. Y con refuerzos de primer orden el verano anterior -Catanha, Edú, Vágner o Jesuli- o incluso ese mismo invierno -con Eduardo Berizzo o Jayo-. Porque aquel larguísimo curso, iniciado el 15 de julio -siete meses antes- y que terminaría el 30 de junio, iba torcido en Liga, con el equipo décimo quinto a ocho puntos de la zona europea, que era su objetivo innegociable por entonces. Y en Europa, había pasado tres rondas de la Copa de la UEFA pero sin alharacas: por un gol ante el Rijeka (0-0 en Balaídos y 0-1 en Croacia), remontando en casa ante el Estrella Roja (1-0 en Belgrado y 3-0 sobre el Lagares), y de nuevo por un gol contra el Shakhtar Donetsk (0-0 en Ucrania y 1-0 en Vigo).

Aquel jueves tampoco fue un exceso celeste. Una faena de aliño, teniendo siempre presente que tras aquel duelo de ida había otro de vuelta en casa, aunque fuese en eliminatorias todavía con valor doble en campo contrario. El Celta tuvo sus ocasiones, con una falta directa al larguero y un cabezazo de Cáceres y posterior remate que salvó el guardameta Hildebrand, quien siete años después ganaría una Copa del Rey con el Valencia. Incluso, ya en la recta final, Tomás Hervás encaró la portería rival en ventaja pero no tuvo fortuna. Aquel 0-0 un tanto insulso se arregló, de nuevo por un solo gol, en Balaídos con un 2-1, goles de Karpin (min.6) y Mostovoi (min.85) para compensar el del germano Blank (min.45). Aquella incursión europea se cerró en la siguiente ronda, en otros cuartos desilusionantes, ante el Barcelona.

Doce no nacidos

En aquella convocatoria a Stuttgart no había ni un solo canterano, siendo lo más parecido el vilagarciano Pablo Coira. Y ese día de 2001 aún no habían nacido hasta 12 de los 28 actuales integrantes de la plantilla celeste: Javi Rodríguez, Yoel Lago, Manu Fernández, Javi Rueda, Damián Rodríguez, Ilaix Moriba, Miguel Román, Pablo Durán, Jones El-Abdellaoui, Williot Swedberg, Hugo Álvarez y Carlos Domínguez. Este último tenía apenas cuatro días de vida. Y 13 años y 7 meses el integrante de más edad del vestuarios, el genio Iago Aspas.

El primer duelo europeo del Berizzo celeste

Eduardo Berizzo es uno de los profesionales del Celta más importantes y trascendentes, al menos, en el presente siglo. Por su etapa como jugador, cuatro temporadas y media entre enero de 2001 y mayo de 2005, y, sobre todo, como entrenador, tres temporadas entre 2014 y 2017. Esos dos tramos convierten al argentino en el único celeste que ha disputado competición europea tanto dentro del campo como en el banquillo.

Y aquel partido en Stuttgart fue el primero que disputó con la camiseta céltica en un torneo continental. Aquel central ya veterano, con pasado en Newell's, Atlas, River y Olympique de Marsella, acababa de llegar a Vigo en enero y aquel encuentro en tierras germanas fue el primero en el 2001. Berizzo fue el elegido para formar en el centro de la defensa junto a su compatriota Fernando Cáceres, como en tantas otras ocasiones en ésa y las siguientes temporadas.

Ese encuentro en Alemania también fue el primero en Europa con el Celta de Eduardo Schmidt ‘Edú’ y de Juan José Jayo. Este último, también refuerzo invernal ese año, aunque sólo estaría en Vigo hasta ese final de temporada.