Cambio de juego, mismos puntos

Carlos Carvalhal lleva al frente del cuerpo técnico del Celta dos meses y tres semanas y, en ese tiempo, el equipo ha disputado seis jornadas de Liga que no le han permitido abrir hueco con las plazas de descenso. De hecho, el equipo vigués afronta la última jornada de la primera vuelta con los mismos puntos que el Valladolid, que sí se encuentra en las tres últimas plazas y que, además, se llevó el duelo directo disputado entre ambos por un contundente 4-1. Con el técnico luso, el equipo ha dispuesto, además, de una pretemporada de tres semanas sin afectaciones externas del mercado, de tres encuentros amistosos en ese periodo y de otro tres duelos de Copa del Rey, competición de la que se cayó el conjunto vigués en la prórroga ante el Espanyol.

Tras todo este bagaje y más allá de lo clasificatorio, la cuestión es dirimir si el equipo ha mejorado sus prestaciones respecto a las que mostraba, esta misma campaña y con los mismos jugadores, bajo la dirección de Eduardo Coudet. Y la primera y más sencilla certeza es que el conjunto celeste se defiende mejor pero se muestra más romo en ataque pese a haber aumentado su capacidad de remate. Como consecuencia, a nivel de marcadores la diferencia es nimia, con el Celta del entrenador argentino sacando 0,91 puntos por encuentro y el de su sucesor portugués rendodeando con 1 por partido.

La nueva distribución táctica y la disposición en el campo han reducido drásticamente los goles encajados. En las 12 primeras jornadas, la de Coudet, se encajaban 2 goles por jornada y ahora se ha bajado a 0,83. Lo malo es que la capacidad realizadora ha mermado también de forma considerable, aunque no tanto: de 1,08 a 0,6. En cuanto a resultados, este Celta gana menos, pierde menos y empata más. Ha aumentado su capacidad de dejar la portería propia a cero -dos veces en seis partidos por las tres en doce con Coudet- pero ya se ha quedado sin marcar el mismo número de encuentros: dos.

La gran baza ofensiva de Carvalhal, como defendió en la previa ante el Mallorca, es que el equipo está tirando mucho más. En concreto, 14,33 veces por partido, por 12,08 antes. E, incluso, encontrando mejor el hueco entre los tres palos: 5,16 por duelo por las 3,75 de las 12 primeras jornadas. El problema es que para encontrar cada gol, el actual equipo tiene que tirar 21,5 veces, 7,55 entre los tres palos; mientras que antes, le bastaba con 11,15, 3,46 por dentro.

En cuanto a la gestión de la plantilla, los dos técnicos han empleado a 19 futbolistas. La gran mayoría, 17, son los mismos. La diferencia es que Coudet tiró de Augusto Solari, con asiduidad, y Carlos Domínguez, en una ocasión casi en el descuento, mientras que Carvalhal no ha utilizado a estos y sí a Williot Swedberg, sólo media hora ante Osasuna, y a Kevin Vázquez, mientras Mallo no estuvo disponible.

Por último, el técnico portugués está utilizando más cambios, 4,16 por partido -agotó los cinco dos veces- por los 3,6 de Coudet -en tres ocasiones llegó al quinteto-. Pero les otorga menos tiempo por cabeza: 78,66 minutos de jugadores de banquillo por jornada frente a los 77,5 de la anterior etapa.

Los técnicos no descartan la llegada de un fichaje

La dirección del Celta suele argumentar que nunca toma decisiones en caliente. Que la base de todo lo bueno logrado en la última década y media es la planificación previa y la meditación pausada de cada movimiento, dentro del ritmo al que el fútbol te obliga en determinados momentos. Por eso, la receta desde dentro tras la derrota contra el Mallorca es la tranquilidad. Lo que no quiere decir la inacción.

La posibilidad de realizar un refuerzo en este mes de enero sigue encima de la mesa, pese a que la salida de Denis Suárez está prácticamente descartada al insistir el club en que el canterano no se irá si no hay traspaso de por medio. Una opción harto complicada cuando al futbolista le resta sólo medio año de contrato y ya tiene avanzada la llegada al Villarreal el próximo verano. Con todo, la contundencia del no a ese fichaje no es total, como ya desveló Carlos Carvalhal el pasado jueves. Reconoció que, como es bien sabido, el límite salarial complica cualquier movimiento, pero negó que desde el club se le haya comunicado ya que no habrá adquisición alguna este mes.

De hecho, la dirección deportiva celeste, que encabeza Luís Campos, tampoco ha renunciado a cerrar ese atacante que se estima necesario para completar la plantilla. Restan nueve días en que, con esa calma que se propugna, se estudiarán todas las posibilidades, sabiendo que desde la parcela técnica la conclusión es clara: es preciso un fichaje. Eso sí, esos mismos responsables también sostienen que con los actuales jugadores se logrará la salvación.

De llevar al límite esa calma por bandera, en la decisión no debe influir el próximo partido, el domingo 29 ante el Athletic. Pero hay margen para que sí lo haga.