Benítez: "Es importante cambiar el ritmo y minar su moral"

Rafa Benítez, como entrenador experto, mide cada palabra y casi cada gesto en sus comparecencias públicas. Sabe la idea a transmitir sin dramatizar en exceso y sin parecer liviano. Una buena muestra es cómo definió ayer el choque de hoy ante el Cádiz, un rival directo. “Esto es una maratón pero, cuando vas corriendo con un rival que va contigo, es importante cambiar el ritmo porque le puedes minar la moral. Es un partido importante pero no decisivo. Queremos ganar y dar una alegría a la afición”, valoró.

El técnico celeste considera que lo vivido en Mestalla, con esa portería a cero, es importante. “Ha sido positivo. Por ejemplo, el hecho de no encajar y de volver a mostrar que el equipo compite siempre. Se confirma que la mentalidad es buena. Y eso que tengo el mal sabor de siete u ocho contras que no enlazamos bien. Es muy positivo la solidez y la solidaridad. Y nos debe servir para confirmar que somos competitivos”, analizó. Como resumen, reiteró que “Valencia ayuda a reforzar la idea de equipo. Hay que refrendarlo ganando en casa”.

La visita del Cádiz obligará a asumir la posesión más de lo habitual. “Trabajamos un poco de todo normalmente. La anterior semana, habíamos incidido un poco más en la fase defensiva y en ésta, en la ofensiva. Sin descuidar la otra. Estamos donde estamos porque no metemos muchas ocasiones y encajamos goles de manera algo fácil”, señaló. Habló sin aclarar demasiado, pero habló.

Preguntado por el ritmo atortugado que comparten todos los equipos de la zona baja de la clasificación, Benítez apuntó dos posibles explicaciones. Por un lado, “el calendario difícil, que te condiciona. Es así. Todos hemos tenido rachas ante equipos fuertes”, recordó. Y sacó a colación un tema que le preocupa especialmente: “Las cinco sustituciones benefician a los equipos de arriba, porque tienen plantillas mucho más fuertes. En las principales Ligas aprecio que la diferencia entre los de arriba y los de abajo cada vez es más grande”. Para compensarlo, su receta es “tiempo, implicación y ayuda del público”. La tendrá hoy en Balaídos sobre un césped que está “bien. Nadie me dice nada malo”.

El responsable del banquillo celeste respondió acerca del Cádiz que lo ve como un conjunto “ordenado, trabajador. Tienen asumido que son un equipo que tiene que pelear en la parte baja de la tabla y luchar cada partido por los tres puntos. Por eso son rivales siempre incómodos. Están bien trabajados, son solidarios en el esfuerzo y son más complicados incluso que equipos con más calidad que juegan más abiertos, que te dejan opciones. A nivel de trabajo y concentración, son peligrosos”.

Mirando a lo propio, Benítez respondió sobre el estado de Carles Pérez. “A los futbolistas hay que verlos entrenar. Está más suelto y más dinámico. Eso es bueno porque hace que aumente la competitividad”, dijo. Y valoró la probable ausencia de Bamba durante la disputa de la Copa África: “Si mete tres o cuatro goles antes de irse, ya cumple -bromeó-. Era algo que sabíamos. Habrá que manejarlo en su momento”.

Por último, se felicitó por el apoyo de la afición celeste. “El público, desde el primer minuto, ha demostrado una implicación digna de elogio. Espero que siga así hasta el final y durante muchos años, si estoy yo aquí muchos años. Queremos dar por fin alegría en casa”, concluyó.

"Nos falta conexión entre los dos mediocentros"

Benítez realiza mucho movimiento de nombres en su doble pivote. Y reconoce que lo hace en busca de un dúo que se acople. “Hay puestos donde puedes alternar futbolistas porque te va a dar un buen nivel cualquiera. Y hay otros en los que nos está faltando, a lo mejor, un poquito esa conexión y hay que encontrar esa pareja y esa compenetración entre los jugadores que nos ayude a tener un fútbol más fluido”, apuntó.

El técnico consideró que “en general, el equipo está jugando bien pero en esa zona a veces nos falta alguna cosita. Siempre hablo de perfiles y de físico y tenemos que compensarlo con otras cualidades. Tenemos que encontrar esa pareja ideal”. Que no depende, asegura, del rival: “Trabajo viendo primero a mi equipo: un 70% nosotros y otro 30 condicionado por el rival”.

Además, se añade que “siempre que puedo, me gusta rotar, cambiar. Dar la sensación a todos los jugadores de que pueden ayudar. En el mediocentro, de los cuatro o cinco cualquiera puede jugar si encontramos su pareja ideal”.