A la undécima va la vencida para el Celta

Diez veces la misma previa. O parecida. Diez jornadas esperando una victoria. Diez jornadas valorando las opciones de ser mejor, al menos en el marcador, que el rival. Diez ocasiones en las que valorar lo bueno realizado para no desesperarse por lo malo logrado. Diez planificaciones perfectas para partidos imperfectos. Tres meses después, las palabras suenan a ya dichas porque ya se han dicho. Que ha habido mejor juego que resultados; que el equipo se muestra capaz de puntuar aunque no lo logre; que hay que minimizar los goles encajados y maximizar los marcados; que el siguiente triunfo no puede esperar más por cuestión anímica y de autoconfianza; y que menos mal que los rivales directos no están siendo mucho más hábiles. Aunque ya se sabe que mal de muchos…

La cuestión es que esta noche aparece en Balaídos uno de esos partidos que opositan a ser marcados como claves cuando se cierre la temporada. Porque visita el estadio vigués el Cádiz, un rival directo, y porque una victoria garantiza abandonar los puestos de descenso después de siete jornadas habitándolos. El deseado punto de inflexión puede ser pefectamente esta visita más la próxima del Granada. Oportunidades de poder variar el discurso diez jornadas después.

Ya hace tiempo que los empates en casa no son suficientes. Sobre todo porque la pírrica victoria que adorna el triste devenir celeste esta temporada ni siquiera se logró sobre el Lagares. Los aficionados, obligados una vez más a acudir en un día y a una hora nada sencillos, echan de menos poder celebrar. La primera portería a cero conseguida la pasada jornada en Valencia sirve de acicate para que prenda la mecha de la confianza. Para que por fin, de una vez, se puedan sumar tres puntos.

La semana no ha sido la mejor en cuanto a preparación. Virus gástricos y/o catarrales han rondado por la ciudad deportiva de Mos. Ayer mismo, Carl Starfelt abandonaba las instalaciones antes del entrenamiento para apurar su recuperación en casa, aunque las perspectivas son optimistas y por eso se le ha incluido en la convocatoria. Es el caso público, aunque ha habido más, pese a que el resto de integrantes de la plantilla sí que iniciaron la sesión de trabajo a las órdenes de Rafa Benítez y todos aparecen en el listado de llamados para el duelo de esta noche.

Con esta perspectiva, podría haber cambios inesperados en el once. Porque esperar no se esperan demasiados. Si Starfelt está suficientemente recuperado, la defensa apunta a repetir la de las últimas jornadas, con Kevin Vázquez, el sueco, Unai Núñez y Manu Sánchez. Si el nórdico está débil, su sustituto sería el canterano Carlos Domínguez. En la zurda, también existe la opción de Mihailo Ristic.

El centro del campo dibuja dos poseedores claros de puesto con Jonathan Bamba por la izquierda y Óscar Mingueza de banda mentirosa por la derecha. Más dudas existen en el doble pivote, donde Benítez ha probado muchas variantes. Beltrán-Luca, la de Valencia, parte con ventaja. Y arriba, no hay duda en las titularidades de Iago Aspas y Jorgen Strand Larsen salvo problema físico no desvelado.

Más problemas tiene el Cádiz, que viajó ayer con cinco ausencias: Fede San Emeterio, Rominigue Kouamé, Gonzalo Escalante, Luis Hernández y el portero Jeremías Conan Ledesma. Sí se ha recuperado a tiempo el lateral derecho Iza Carcelén, aunque podría dejar su sitio a Joseba Zaldua. Por cierto, también lleva diez jornadas sin ganar.