Otra aula magna para Yoel

Real Madrid-Celta

El canterano debutó en el Bernabéu dos semanas después de hacerlo en el campo del Barcelona y solo sufrió cuando Mbappé tuvo espacios, como le pasaría a cualquiera

Al defensor central, recién llegado del Fortuna, le tocó bailar con la más fea y emparejarse con un Mbappé dañino con espacios.
Al defensor central, recién llegado del Fortuna, le tocó bailar con la más fea y emparejarse con un Mbappé dañino con espacios. | EP

Reconocía Claudio Giráldez antes del partido de ayer que lo normal es que Yoel Lago acabe la temporada con el primer equipo. Lógico. La lesión de Carl Starfelt deja al sueco en el dique seco para lo que queda de temporada y el relevo natural es el mondaricense, que, por otra parte, lo está justificando con actuaciones de nivel sobre el césped. Y como el fútbol, igual que la vida, va muy rápido, el canterano celeste se ha estrenado en los campos del Barcelona y del Real Madrid en un par de semanas. Y con buena nota contra dos monstruos como Robert Lewandowski y Kylian Mbappé.

Es verdad que parece difícil hablar de un marcaje aseado a un futbolista que metió dos goles. Pero lo cierto es que el cuerpo técnico tenía un plan y, siempre que pudo ejecutarlo, Yoel salió airoso. Ubicado como libre entre Marcos Alonso y Javi Rodríguez, desde el principio se emparejó con el atacante galo. Y con una obsesión muy clara: que no se diera la vuelta.

La obsesión del mondaricense era que el francés no se diera la vuelta y por momentos lo logró

Igual que con Lewandowski, Yoel se empecinó en bailar bien agarrado con Mbappé. Cada balón que el francés recibía al pie tenía un acecho impenitente detrás. Mientras el galo estuvo de espaldas a portería, el canterano celeste ganó todas las acciones. Impecable en el cuerpo a cuerpo.

Los problemas llegaron cuando el delantero del Madrid pudo ponerse de frente a la portería. Cuando tuvo espacios, a Yoel le tocó a sufrir. A Yoel y a cualquier defensor del mundo. Así sucedió en el segundo gol, definido con un gran disparo tras una larga carrera. También en el tercero, con el francés a la espalda a pase de Güler. Es lo que toca cuando te enfrentas a jugadores de esa dimensión. Pero el aprendizaje es más que bueno en la segunda aula magna del canterano.

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