Un año de paz social en el Celta

Marián Mouriño, presidenta celeste, insiste en un hábitat positivo

Marián Mouriño espera en el palco al inicio del partido ante el Granada.
Marián Mouriño espera en el palco al inicio del partido ante el Granada.

Marián Mouriño, presidenta del Celta, quiso despedir el año de su llegada al cargo en las últimas horas remarcando los pilares sobre los que quiere levantar su proyecto. De ahí que haya remarcado la importancia que le da al nuevo organigrama deportivo que liderará el mexicano Marco Garcés, que supondrá un crecimiento en medios para disponer de un programa analítico completo. “Veremos un organigrama más amplio, donde se refuerzan muchas de las áreas y se ordenan. Crecerá el proyecto en scouting y el de análisis de datos (DATA Analytics)”, apunta la máxima accionista.

También considera clave para el club construirse un hábitat positivo en relación con todos los actores deportivos, sociales y políticos que lo rodean. En ese capítulo entra, por ejemplo, la interacción con el resto de clubes de la zona, con los que apuesta por mantener la “cordialidad” y trabajar juntos a través de “convenios”.

Así mismo, ha quedado claro que una pata necesaria será recuperar confianza con el Concello de Vigo. “Para tener estabilidad y confianza hay que tener paz social”, reseña. Y concreta que ésta se refiere tanto “dentro del club, con trabajadores y jugadores” como “con los proveedores y los patrocinadores”, además de “a nivel institucional con los políticos”, remarcó.

Todos pasos planificados pero que quedan a expensas de los resultados. Y de la permanencia, la gran paz social.

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