Análisis del Sevilla-Celta: una parte y sin puntería
Tras el descanso, el conjunto sevillista aumentó la presión sobre los celestes, igualó las fuerzas y se adelantó en el marcador a la salida de un córner, un gol que resultó definitivo
El Celta mantuvo en el Sánchez-Pizjuán la tradición de perder fuera lo que gana en Balaídos, aunque en esta ocasión lo que penalizó al equipo de Claudio Giráldez fue la falta de puntería en la primera parte, cuando dominó a su rival de principio a fin. Tras el descanso, el conjunto sevillista aumentó la presión sobre los celestes, igualó las fuerzas y se adelantó en el marcador a la salida de un córner, un gol que resultó definitivo.
Ni Borja ni Tasos, Pablo Durán
Claudio Giráldez se suele guardar alguna sorpresa en cada partido y ayer la reservó para la punta del ataque. El técnico porriñés dejó en el banquillo a los dos delanteros que había alternado en el once titular hasta el momento, Borja Iglesias y Tasos Douvikas, para dar una oportunidad al tomiñés Pablo Durán y aprovechar su velocidad y capacidad de desmarque. El otro cambio respecto a la alineación del encuentro anterior, ante el Mallorca, fue el regreso de Iago Aspas tras la prueba realizada con Fer López.
Aspas sin marca
El Celta dominó la primera parte en el Sánchez-Pizjuán frente a un Sevilla que no supo cómo superar las líneas de presión celestes y que, además, dejó muy suelto a Iago Aspas. El moañés aprovechó el descuido del rival para filtrar balones a Pablo Durán, aunque le faltó precisión para poner en ventaja al delantero de Tomiño. En campo céltico, a Javi Rodríguez le tocó vigilar al jugador más peligroso del Sevilla, Dodi Lukébakio, y el atacante local sólo se le escapó una vez en la primera mitad y sin consecuencias.
Sin puntería
El dominio del Celta fue dando paso a ocasiones de gol, pero al equipo vigués le faltó puntería para adelantarse en el marcador. En el minuto 18, Pablo Durán estrelló en el poste un remate de cabeza a la salida de un córner y en el 36, Swedberg disparó a las nubes con todo a favor tras una combinación entre Javi Rodríguez y Durán. En el Sevilla, la única oportunidad la tuvo Saúl Ñíguez, que remató desde la frontal del área un rechace de la defensa y se encontró con una buena intervención de Guaita.
Mayor presión y balón parado
El Sevilla ajustó mejor la presión sobre el Celta en el inicio de la segunda mitad y al equipo vigués le costaba más salir con el balón controlado desde atrás. Además, los locales amenazaron de verdad y Manu Bueno avisó con un remate que salió rozando la escuadra antes de marcar el 1-0 después de otro rechace a la salida de un córner.
Nueva banda izquierda
Giráldez ya había decidido los primeros cambios antes del gol del sevillista, aunque tuvo que hacerlos después. El técnico celeste renovó la banda izquierda, retirando a unos desafortunados Hugo Álvarez y Swedberg para dar entrada a Ristic y Bamba. Poco después, intervino con otro doble cambio: Sotelo y Borja Iglesias por Beltrán y Pablo Durán.
Lesión y reorganización
Apenas trece minutos estuvo Mihailo Ristic sobre el terreno de juego porque el lateral serbio sufrió una nueva lesión, que llevó a Claudio Giráldez a reorganizar a su equipo. El porriñés introdujo a Alfon en el extremo izquierdo y situó a Mingueza en ese mismo carril, desplazando a Bamba a la derecha.
Ataque sin plan
El Celta buscó el empate en la recta final del encuentro con más corazón que cabeza y fiándolo casi todo el desborde de Alfon por la banda izquierda. El albaceteño dispuso de la mejor oportunidad para igualar el resultado, pero después de un extraordinario control se topó con el guardameta local, Álvaro Fernández, que detuvo con la mano y la cara el remate algo forzado del extremo céltico. En los minutos finales apenas se jugó por decisión de los sevillistas.
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