Ambición o desorden

El céltico Hugo Mallo y el sevillista Fernando rivalizaron el viernes en veteranía, esfuerzo y acierto.
El céltico Hugo Mallo y el sevillista Fernando rivalizaron el viernes en veteranía, esfuerzo y acierto.

El Celta no tuvo el viernes su mejor día, pero tampoco el peor. No jugó a menor nivel que otras veces, aunque sí le faltó ambición en el juego -tras la temprana expulsión en el Sevilla-, la que le quiso dar Carlos Carvalhal desde los cambios. Que desorganizaron pero que surtieron efecto con dos goles finales.

Beltrán-Tapia vs Gabri

Sevilla volvía a ser una prueba para la dupla formada por Fran Beltrán y Renato Tapia. Hubo buena voluntad de los dos, incluso acechando área contraria en alguna ocasión, pero el equipo echó de menos la verticalidad de Gabri Veiga y su capacidad de disparo. Ninguno de los dos pivotes está especialmente dotado para filtrar pases, una labor que el viernes fue necesaria durante muchos minutos por esperar el Sevilla en su campo.

Contra diez

Hay partidos en los que una expulsión se nota horrores y otros en los que no tanto. El Sevilla logró que el del viernes fuese uno de los segundos, con sus dos líneas de cuatro y En-Nesiry arriba. El mayor pecado del Celta fue no encontrar huecos. La mayor virtud del Sevilla fue no concederlos. Con actuaciones individuales enormes como las de Fernando o Acuña. O el propio Suso, reconvertido a mediocentro.

Los cambios de Carvalhal

El entrenador céltico no duda, en ocasiones, en apostar por el desorden. En intervenir en el partido a través de los cambios para que pase algo, con el riesgo de que no sea bueno. En Sevilla, pobló la delantera con Paciencia, despoblando el centro del campo. Y en el último arreón, antes de encajar el segundo tando, dejó a Óscar Rodríguez como figura más defensiva más allá de la línea de retaguardia. Esa última opción generó minutos de desacierto, cuando llegó el enorme tanto de Acuña. Pero el marcador, que tiene mando en plaza, acabó dando la razón a Carvalhal. Interviene, que algo queda.

Cervi vs De la Torre

Franco Cervi no mereció perder la titularidad por bajón de rendimiento. Lo adelantó por la izquierda Luca de la Torre. Y en Sevilla se confirmaron las razones, más allá de la amarilla de la primera parte que lastró al argentino. El estadounidense está siendo mucho más fiable en la combinación y ofrece un trabajo defensivo suficiente. Hoy no hay color.

Balón parado

Los dos goles encajados ante el Sevilla son dos enormes acciones del rival. La primera, un saque de esquina muy bien sacado y cabeceado por En-Nesiry muy arriba en el primer palo. No fue igual pero por el lugar del cabezazo, recordó al primero del Almería la pasada jornada, obra de Babic. El 2-0 cierto que vino de una pérdida, pero el zapatazo de Acuña es descomunal.

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