Un 0-7 del Celta ante el Salamanca para pasar en Copa

Un 0-7 para pasar ronda copera. Si me das a elegir, me quedo con este tipo de partidos de Copa en las primeras eliminatorias. No brillantes, pero serenos. Con el acierto realizador como el mejor y más contundente argumento para evitar complicaciones. Y, además, ante un rival como el Salamanca que merece elegios por la apuesta futbolística pero que en duelos del tipo del de ayer también favorecen al equipo grande. Entrega pero no maldad. Calidad pero no suficiente como para saltar las tres categorías que separan dos mundos tan diferentes como la Segunda Federación y la Primera División.

Como era de esperar, Claudio Giráldez movió al equipo. Sin tirar de inicio del filial pero sí de muchos de los que acumulan pocos minutos, con el único sacrificio de Javi Rodríguez en la línea de tres centrales. Y Franco Cervi teniendo que ajustarse al carril derecho. La idea era ir a buscar al Salamanca para comprobar si se iba a atrever a salir jugando desde atrás. Se atrevió. Y eso que fue castigado enseguida porque prácticamente en la primera llegada celeste hubo gol. Mihailo Ristic se dejó ver por su carril y tiró la pared con Pablo Durán, ayer ejerciendo de nueve. El serbio le puso empeño y acabó rematando para que Swedberg aprovechase el rechace.

El guion perfecto para el Celta empezaba a cumplirse. Con todo, no renunció el Salamanca a su idea y asumió la posesión. Sin mordiente pero con un ejercicio de tiralíneas muy valorable, sobre todo a partir de la zurda de Cristeto. La única posibilidad de igualar el duelo fue un disparo demasiado cruzado de Álvaro García. Y el conjunto vigués aprovechó para matar las ilusiones con otra acción aislada por banda izquierda, de nuevo con Pablo Durán activo para sacar un centro hacia la llegada de Alfon, que tocó el balón y se frenó para que el meta local chocase con él. El penalti lo transformó Sotelo con fría efectividad.

No varió el panorama porque ninguno de los dos actores quería cambiarlo. El Salamanca siguió queriendo más y consiguiendo menos. Y el Celta continuó tirando de efectividad. En este caso, a la carrera. En concreto, de Alfon, que en el cuerpo a cuerpo superó al central salmantino Amaro en la banda para seguir corriendo hacia el área y dar un balón de gol a Pablo Durán. Era el minuto 42 de una primera parte determinante que se cerró con una broma cruel para el bloque local: un balón al palo de Emaná.

Todo estaba controlado sin necesidad de forzar o de brillar. Como Swedberg tenía una amarilla y Javi Rodríguez minutos encima y un golpe en la espalda, los dos ya no salieron a la segunda mitad. En su lugar, un Sergio Carreira que no jugaba desde la anterior eliminatoria -y que ayer tuvo que hacerlo de tercer central- y el hambriento Tadeo Allende. No cejó el Salamanca en su empeño de dar alguna alegría al Helmántico. Volvió a querer más y a rondar el área celeste, pero de nuevo sin capacidad de hacer daño.

Y el paso de los minutos, como era de prever, empezó a remarcar la diferencia física entre los dos bloques. Que acompañó a cierto bajón anímico cuando una contra llevada por Alfon terminó con una buena asistencia al cruce de Allende para que el argentino marcase. Con el partido resuelto, quedó disfrutar de Fer López. La eliminatoria deseada había tomado cuerpo. La próxima, ya en el mes de enero, será más exigente.