La última función de gallardón

Como era de esperar el Señor Gallardón Ministro de Justicia ha aprovechado el mejor momento para dejar su puesto con notoriedad, como Adalid y defensor de la vida, al defender los derechos del naciturus el concebido no nacido, una genial salida propia de los mejores momentos de Hollywood, pero aveces los políticos tan solo son apariencias en un escenario de cartón porque si analizamos con profundidad se predica una cosa y luego se hace otra.. Es curioso que nuestro Adalid de la vida sea el impulsor de una política de una justicia para el que la pueda pagar , tales como tasas judiciales, desjudicializaciones de los registros civiles o intentos de privatizar la justicia gratuita, intentado disolver la justicia como un derecho para todos , pero a tan garante potenciador de la vida no se le ocurre la idea de luchar por la ley de dependencia dentro de su partido tan importante para miles de familia que también luchan por la vida, posiblemente sea porque los neoliberales defienden la vida siempre y cuando no se les toque el bolsillo y su único fin es el deseo de reducir el Estado a la mínima expresión pero integrando en el derecho positivo sus convicciones morales aunque ellos sean luego sean unos amorales interponiendo sus intereses o los de su partido por delante de todo fundamento moral. El Señor Gallardón tuvo el favor de Temis la Diosa de la justicia para acabar con la politización de la justicia por medio de erradicar los magistrados del tecer, cuarto y

quinto turno y liberal al ministerio fiscal de la dependencia política y tristemente ha perdido la oportunidad de ser de verdad un hombre justo.