Atlántico
Gaza: ¿Olvidada?
Este gobierno Frankenstein está legalizando la violencia, aprovechando el confinamiento obligado de esta pandemia que hoy nos azota a todos los españoles, menos a ellos, que utilizan la misma para sus desbarres politiqueros discordantes y a su sombra y cobijo, conseguir su fin destructor de la convivencia y la unidad de nuestra patria, pretenden arrastrarnos juntos y revueltos, a su sueño revolucionario, o disparate de una nación de naciones, con varias repúblicas bananera, al estilo bolivariano. Para ello, no escatiman esfuerzos para revivir un nuevo frente popular, al estilo de antaño, y con los herederos del mismo, llenos de odio y resentimiento vengativo.
Todos sus pasos están debidamente calculados y responden sigilosamente al manual diseñado en la Universidad Pontificia del terrorismo, como señuelo del nuevo comunismo internacional, que tiene su sede en La Habana-Cuba, y es el centro de distribución mundial para la confusión y camuflaje del nuevo socialismo del siglo XXI.
Variados y visibles ya son hoy los mismos, para cumplir su cometido aquí en España. La permisividad y tolerancia con todo tipo de delincuencia organizada y protegida por sus mafias y ONGs de tapadillo. Entre ellas hoy ya destacado la descarada invasión de indocumentados que intentan camuflar como emigrantes regulares, o refugiados, para su acoplo ideológico electoral, y sin tener en cuenta hoy el desgraciado y serio aviso a la integridad y convivencia que ello está provocando en nuestra ciudadanía, escondiéndoles la descomposición social de la familia española, hoy en marcha e iniciada por el café para todos de R. Zapatero y que este desgobierno quiere profundizar vertiginosamente aprovechando esta pandemia con nuevas leyes, discordantes y provocadoras, con sus ataques a la Corona, la Justicia, el Congreso, la Iglesia católica y todo ello con un desprecio total a quienes producen riqueza y bienestar social, lo que complementan hoy despenalizando y dando tarjetas de legalizadas a su acción destructora, libre y sin castigo penal. A los piquetes violentos de los sindicatos que acosan y destrozan y secuestran bienes y propiedades ajenas. Este salvoconducto hacia la violencia sindical de unos forajidos descontrolados que intentan imponer su dictadura laboral, con su diálogo del trágalo, que solo creará más desconfianza, preocupación y miedo en el ámbito económico, social, tan necesitado hoy de reglas claras para enfrentar la desgraciadas consecuencias de esta pandemia, de la que alguien se está aprovechando para colar sus extravagancias ideológicas comunistas y sumir a España en el caos del anarquismo necesario para imponer su robo-lución bolivariana.
La sociedad civil y su clase media deben tomar las riendas para atajar esta perdón fraudulenta, a unos forajidos irresponsables que, llenos de soberbia y prepotencia, intentan secuestrar nuestra patria con la anuencia y complicidad de algunos sindicatos de los dos grandes partidos y algunos medios de comunicación que sufren el síndrome de Allende. Tal vez el distanciamiento claro y preciso lo ofrece hoy VOX, lo que abrumadoramente lo distancian de los demás partidos, y es el motivo de los ataques furibundos y fuera de lugar que hoy debe soportar. De todas las izquierdas, los separatistas a los que se unen una parte del PP bogando a la deriva y sin atinar rumbo de quienes son hoy sus adversarios políticos, esta confusión puede perjudicar la prometida reconciliación de las derechas y la regeneración prometida por Pablo Casado, que debería devolver a casa a los millones de sus votantes, que decepcionados, humillados y traicionados, en sus valores y principios ideológicos, huyeron a VOX y actualmente observan con tristeza y desconfianza como la soberbia e indiferencia vuelven al PP para hacer piña con los mercenarios e intrusos que llevaron al Partido Popular, a este calvario viviente. Plantad cara a esta anarquía envolvente, requiere unidad, firmeza y humildad, no hay otro camino. Pablo Casado.
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