Atlántico
Gaza: ¿Olvidada?
Si la verdad y la justicia se la niegan, sólo puede ofrecerles, en el decimotercer aniversario de los asesinados de Atocha, 11-M, mi recuerdo para los 192 extintos y mi ánimo para los lisiados y familiares.
A día de hoy, por vivir en un seudo Estado de Derecho, desconozco si fue un acto terrorista o un salvaje acto originado por las cloacas del Estado, quienes fueron los autores, qué explosivo usaron, por qué achatarraron los vagones e incineraron los efectos personales. Si sé que un zope mental, a quien nadie nombraría director de su empresa por su inteligencia rayana entre la de una ameba y un protozoo, llego al poder para dividir la sociedad, para revivir a ETA, para ayudar a los separatistas, creó la Memoria Histórica, la Alianza de Civilizaciones y una gran crisis económica.
Después del tiempo transcurrido, por qué los voceros de la Ser, que en su día jalearon a las hordas para rodear las sedes del PP y berrear; queremos saber, silencian el indigno y luctuoso hecho. Esto, al igual que todo acto mafioso, huele a pacto de silencio.
Los españoles formamos un gran pueblo, pero los gobernantes y los medios son la escoria de la política y de la información. Ambos se dedican a sus intereses, a saquearnos vía impuestos, a despreciar a las víctimas y a blanquear los sepulcros con una frase que reza en el monumento erigido en honor de las víctimas: tenemos el deber de no olvidaros. ¡Nos sobran políticos traidores, falaces e infames!
Los totalitarios y tartufos A. Guerra y el zope mental Zapatero ya advirtieron que Montesquieu había muerto y España, la nación más antigua de Europa, era un concepto discutido y discutible. Ellos sabían de lo que hablaban, pues sus augurios se cumplieron. El afán de estos progres de la nada era adueñarse de la Nación y del Estado, como hicieron otrora y con luctuoso resultado para la ciudadanía. El primero cercenó la independencia judicial, con la complicidad interesada de las mafias políticas, para así enterrar el latrocinio de Banca Catalana, la financiación ilegal del PSOE, evitar que Mister X fuese llevado ante el juez y, actualmente, los ERE y Cursos de Formación en su cortijo andaluz. El zope, apoyándose con codicia en los cuatreros secesionistas y con el beneplácito de los esbirros/as que pueblan la Corte, abonó el terreno para dividir España y la sociedad mediante golpes de Estado que sufrimos y pagamos con los pechos que nos saquean.
A la fuerza del poder opongamos la fuerza de la razón para sacarnos el yugo y cumplir con el deber de cercenar la actual corrupción judicial, institucional y económica en avanzado estado de preñez. Los derechos se arrancan, no se mendigan. Amén.
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