y mariano desenterró a lorca

"Las Ramblas volverán a ser las que Lorca definió como la calle más alegre del mundo, donde viven juntas a la vez las cuatro estaciones del año; la única calle de la tierra que yo desearía no se acabara nunca" (Rajoy, 25.08.2017, tras Consejo de Ministros).

Pensará lector que lo mío con Mariano es manía. Negado soy en el arte de juegos de mesa, en los que gastan horas de ocio los jubilados, yo busco en las teclas del ordenador otra clase de juego. Los dichos y hechos de personajes que den mucho juego en las palabras. Y Mariano, ¡vive Dios!, que es fuente inagotable. Supera, incluso, en dar juego más que el equipo de Zidane. Y es que los colores merengues se llevan en el corazón, como caballero del honor.

A raíz del execrable acto terrorista de Barcelona se le ha soltado su vena poética, algo que yo desconocía. Como, también, me ha asombrado que en su recital no haya incurrido en trabalenguas alguno. Se aprendió muy bien la chuleta que le pasaron. La memorizó bien como cuando memorizaba los artículos de la Ley Hipotecaria, para llegar a ser Registrador de la Propiedad.

Soy, por naturaleza, desconfiado. Por ello dudo mucho que Mariano haya leído obra alguna de Federico García Lorca. De lo que yo no dudo nada es que no colabora en recuperar sus restos de la fosa común del Barranco de Viznar. Ya lo manifestó en su día que no dedicaba ni un euro a recuperar los restos de los represaliados del franquismo uno de los fines de la hueca Ley de la Memoria Histórica, que es pan de los nostálgicos del rencor, según un correligionario suyo.

Ahora lo desentierra metafóricamente hablando. Rescata unas palabras suyas. Aquellas que dedicó Lorca a las Ramblas de Barcelona en septiembre de 1935, a casi un año de que fuera fusilado por miembros de CAFÉ (acrónimo de camisas azules falange española), en respuesta de Queipo de Llano a las autoridades granadinas: "¡Dadle café, mucho café!" (Ian Gibson).

Sí, Mariano, sí, las Ramblas más que una calle es un mundo que emana cultura y aromas de flores. Lorca aspiró aquellas brisas al estrenar una obra suya simbólica de aquella calle, "Doña Rosita la solterona o el lenguaje de las flores". No era para menos habiendo encabezado el reparto la gran Margarita Xirgu. Actriz que a ciencia cierta desconocerá Mariano. Un personaje quien si fue digna de llevar otra Marca España por el mundo en su largo exilio sudamericano.

Desconcertante este Mariano. Y yo que a lo sumo creía que de leer a poeta alguno se limitaría a unas cuantas estrofas de Pemán. ¡Algún día nos descubrirá sus conocimientos sobre "Poemas Gallegos" (sic) de Rosalía de Castro! No va a ser menos que su discípulo Núñez Feijóo.