Un gobierno orgulloso de boicotear La Vuelta

El bochornoso no final de la vuelta a España, auspiciado por un grupo de manifestantes radicales, integrados en crepúsculos anti-sistema y kale-borroka, no es para nada motivo de orgullo como nos quieren vendernos el gobierno con el presidente Sánchez a la cabeza. Porque el único sentimiento que este lamentable suceso nos puede provocar, es el de vergüenza nacional, dado que, aparte de la mala imagen que hemos proyectado al mundo entero, muestro ministro del interior y delegado de gobierno en Madrid, han demostrado una gran irresponsabilidad, por no garantizar el orden público en la zona, permitiendo que el boicot para que la vuelta no finalizara, tuviera el éxito esperado. Trasladando a las FyCSE ordenes imprecisas y permisivas, frente a las acciones de los manifestantes. Dado que, por muy justificado que parezca el motivo: “Condenar a Israel por los ataques indiscriminados y muertes de gran numero de palestinos en Gaza”, no podemos permitir que un grupo de manifestantes ponga en peligro la vida de los ciclistas, y que mediante disturbios y algaradas lleguen a cortar la carrera, impidiendo que el resto de ciudadanos pueda contemplar su final; lo que no deja de ser un ataque a la libertad y con ello a la democracia. Es en este sentido, digno de reflexión el hecho de que al paso que vamos, pronto serán estos grupos violentos alentados por el gobierno, los que determinen nuestras vidas, hasta el punto de precisar que espectáculos podemos ver y cuales no, amén de dirigir y controlar nuestra forma de pensar y sentir.

Adolfo Costas Gascón.