Las denuncias de viguesas por maltrato se redujeron un 39%

Loscasos de violencia de género siguen llegando cada día a los juzgados, si bien al comienzo del año hubo un descenso pronunciado en las denuncias,. Mientras en el primer trimestre del año pasado hubo 255 denuncias, entre enero y marzo de este año, la cifra registrada de víctimas fue de 157, lo que supone una reducción del 39%, el mayor en mucho tiempo.

Aunque en Vigo sigue siendo difícil que estas prosperen, cuando los acusados llegan a juicio en un 78% de los casos acaban condenados. La estadística referente al primer trimestre del año, hecha pública ayer por el Consejo General del Poder Judicial así lo refleja. Atendiendo a esos datos, el nivel de sobreseimiento sigue siendo alto, rozando el 70%, concretamente el 67,2%. En total fueron 157 las mujeres víctimas en el trimestre, de las cuales 52 solicitaron órdenes de protección, de las que se acordaron 33.

La cifra de mujeres víctimas pese a ser más baja sigue siendo de casi dos al día, mientras que en cuanto al número de delitos registrado fue mayor, superando los 243, ya que en muchas ocasiones una misma mujer denuncia varios episodios de violencia de género.

El mayor porcentaje del maltrato denunciado, más de un 43% se produjo en el seno de una relación afectiva, cambiando la tendencia de años anteriores, donde era más frecuente la violencia de género entre ex relaciones de pareja.

Durante ese periodo, no se han registrado causas especialmente graves, que conlleven el ingreso en prisión del denunciado, siendo más frecuentes las lesiones y malos tratos.

Un descenso general desde el covid con doble lectura

El descenso en las denuncias fue generalizado aunque mucho menor tanto en Galicia como a nivel nacional, la primera bajada desde el covid. A este respecto, la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial, Ángeles Carmona, advirtió de que hay que ser prudentes en el análisis de los datos del primer trimestre del año y no avanzar conclusiones hasta comprobar si la disminución de las denuncias y víctimas responde a un hecho aislado o al inicio de una tendencia a la baja en las cifras que recoge la estadística.

Añadió, en este sentido, que no deben sacarse conclusiones precipitadas, pues existen dos posibles causas que requerirían de actuaciones diferentes: podría tratarse de una disminución de los casos de violencia machista, situación ante la que cabría mostrarse optimistas, pero sin bajar la guardia y manteniendo las medidas de seguimiento y prevención; y podría tratarse también de una reducción de las denuncias, circunstancia muy preocupante, que, a su juicio, obligarían a una reflexión.