VigoZoo estrena una cúpula gigante para las grullas

Niños y niñas se agolparon ayer ante la cúpula que alberga a una pareja de grullas.
photo_camera Niños y niñas se agolparon ayer ante la cúpula que alberga a una pareja de grullas.
El recinto da la bienvenida a los visitantes con una nueva instalación y prevé abrir una planta del terrario con serpientes y geckos

VigoZoo se encuentra sumergido en un proceso de transformación para mejorar la calidad de vida de los animales sin restringir el acceso a los visitantes. “Estamos haciendo recintos más grandes”, destaca Fernando Carballo, director del zoológico. 

La última novedad es una gran cúpula metálica que ya cuenta con dos inquilinas. Una pareja de grullas ha estrenado la instalación, acaparando las miradas de los más curiosos. Causó sensación ayer entre un grupo de pequeños, a los que sorprendió el gruido de las aves y provocó carcajadas constantes. “¡Parece que está tosiendo!”, expresaba uno de los pequeños entre risas mientras bromeaban sobre a quién de ellos se parecería más su sonido. 

También se está ultimando la apertura de una nueva planta en el terrario con la finalidad de definir un recorrido completo sin salir del edificio. “La idea es que la gente empiece abajo, por la cueva, y vaya pasando por varios mundos hasta llegar a los acuarios de arriba en los que están las tortugas. Ese sería el itinerario”, explica Fernando Carballo. 

Además, este nuevo espacio incluye una experiencia inmersiva orientada a los más pequeños, que promete convertirse en uno de los mayores atractivos de VigoZoo, pues se podrá ver muy de cerca el compartamiento de algunas especies. “Los animales se están adaptando. Tenemos serpientes, boas, geckos, hidrosaurios...”, señala el director de VigoZoo.

Todas las actuaciones se enmarcan dentro de la reforma integral que el alcalde de Vigo anunció el año pasado. Se trata de un proceso lento para convertir el centro en un lugar de encuentro con la naturaleza y que posea un importante componente didáctico, sin animales salvajes encerrados en recintos pequeños. 

Así, desde hoy una cría de cárabo nacida en VigoZoo volará por el entorno de A Madroa, mientras sus padres permanecen en el zoológico al no poder ser devueltos a su hábitat. “La mayoría de aves que están aquí son irrecuperables. Los cárabos han criado y soltamos a la cría a la naturaleza porque sí es viable, pero los padres se quedan aquí”, indica Fernando Carballo.

Varias familias y los participantes de los campamentos municipales disfrutan estos días de VigoZoo. “Venimos principalmente porque a los niños les encantan los animales. Estamos de vacaciones en Baiona y este es el zoo más cercano”, señala Almudena, de Ferrol, que visitó ayer las instalaciones con su marido y sus dos hijos. También acuden vigueses e incluso familias procedentes de otros países que aprovechan sus vacaciones para acercarse hasta A Madroa y contemplar animales autóctonos como las gallinas de Mos y especies exóticas como el lémur de cola anillada. Con una afluencia baja, acuden desde bebés hasta personas mayores. 

A la captura del delincuente medioambiental de A Madroa

Los campamentos municipales llegan hasta A Madroa. Hoy finaliza el segundo turno, en el que han participado 50 niños y niñas de entre 5 y 12 años. Durante dos semanas han realizado diferentes actividades centradas en el cuidado del medioambiente, estando en contacto con los animales y explorando el entono natural próximo a VigoZoo. 

“Es todo educación medioambiental y conocer el catálogo zoológico y experimentarlo”, señala Xosé Antonio Fernández, coordinador del campamento. Así, se combinan actividades como la alimentación de animales y talleres de reciclaje con juegos típicos de cualquier campamento. “Para que vieran cómo se estimulan los animales hicieron unas brochetas con fruta y se las llevaron. También ven lo que comen las serpientes y les explicamos el porqué. Este sitio es mágico porque hay muchos recursos para aprender a base de experimentar”, explica Xosé Antonio Fernández. 

Ayer, se dividieron por grupos para jugar al Cluedo y encontrar al culpable de un delito medioambiental. Una tarea de sensibilización en la que unos ejercieron de detectives, buscando pistas por diferentes ubicaciones marcadas, y otros de delicuentes.

Para la mayoría de participantes es su primera vez en un campamento y acuden con una gran pasión por el mundo animal. “El campamento les ayuda a socializar. Muchos vienen muy motivados por el tema de los dos animales. De hecho, hay algunos que son socios del zoo”, destaca el coordinador. 

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