Vigo alcanzó ayer la temperatura más alta del verano, al menos hasta la fecha. La estación meteorológica de la Avenida de Madrid rozó los 34 grados, superando con creces los 31,5 de este domingo. Un calor que se dejó notar vaciando las calles en las horas centrales del día y llenando las playas. Las previsiones apuntan a que hoy podría alcanzarse otra máxima. Según Meteogalicia, la ciudad podría alcanzar los 36 grados, con alerta amarilla por calor en la urbe y naranja en otras zonas del área como el Baixo Miño.
Precisamente en esta comarca se registraron ayer las máximas de la provincia. En la estación meteorológica de Entenza, junto a Salvaterra do Miño, se alcanzaron los 37,7 grados mientras que en la de Meder, en la zona de As Neves, se registraron 37,4. En Goián también se sobrepasó la barrera de los 37. La máxima de Galicia se situó en Ribadavia, con 38,5 grados.
Las altas temperaturas también sitúan a gran parte de la provincia en riesgo extremo de incendios. Según el índice de riesgo elaborado por la Xunta, en el Morrazo, el entorno de Vigo y el Baixo Miño la probabilidad de incendios forestales se sitúa por encima del 81%.
Noche tropical
No solo las máximas se situaron en sus valores más altos del año, también las mínimas. Buena parte de la mitad sur de la provincia registró en la madrugada de este lunes temperaturas superiores a los 20 grados, con algunos municipios incluso por encima de los 23.
Según los valores máximos de Meteogalicia, el récord de la noche lo tuvo el ayuntamiento de As Neves, donde la estación meteorológica de San Nomedio notificó 24,6 grados pasadas las 2:30 horas de la mañana. Sobre esa hora, Fornelos de Montes registraba también 24 grados.
Además, el puerto de Vigo notificó 23,9 grados pasadas las 2 de la madrugada y la estación de Castrove, en Poio, marcaba 23,6 poco antes de las 3 horas. Del mismo modo, en O Rosal, los medidores situados en As Eiras notificaba 22,9 grados a las 2:10.
Para hoy se prevé otra noche tropical en Vigo, con una temperatura mínima que no bajaría de los 22 grados, dificultando conciliar el sueño, aunque todo apunta a que a partir del miércoles las temperaturas empezarán a suavizarse.
