Vigo y Pontevedra son ya las únicas áreas sanitarias de Galicia que se mantienen con natalidad negativa en 2023, mientras el resto de la comunidad gallega ya cuenta con un número de partos similar o mayor al pasado año, según las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística (INE). Los nuevos datos del INE no solo confirman los anteriores, sino que resultan todavía más inquietantes.
En concreto, los nacimientos decrecieron un 5 por ciento hasta julio en la suma de las áreas de Vigo y Pontevedra, en tanto que Ourense alcanzó el mismo nivel qu en 2022, A Coruña sube ya un 1,1 por ciento y Lugo crece en un dos por ciento. En toda la franja norte solo hay tres territorios con peores porcentajes que Vigo y provincia en número de nacimientos: Navarra, que cae el 7 por ciento, Asturias un 9,5 y Palencia el 13,5 por ciento. La buena noticia es que también han descendido con fuerzas los fallecimientos, lo que ayuda a que el saldo vegetativo, que lleva varios años en negativo, no sea tan duro.
Con todo, la evolución se sitúa en un descenso permanente. Y eso se ven en que la estadística es todavía más preocupante si la comparación se hace con 2019, antes de la pandemia, cuando la natalidad comenzó también a declinar de forma más acelerada. Con respecto a ese año, la caída en Vigo y Pontevedra roza el 20 por ciento, mientras que en el resto de Galicia oscila entre el 10 por ciento en negativo de Ourense y el -8 por ciento de A Coruña, mientras Lugo se mantiene al mismo nivel. Tomando 2019 como referencia, solo Palencia en toda la franja norte peninsular se comporta peor que Vigo en cuanto al descenso de nacimientos anuales. Esa es la realidad.
En lo que respecta a los nacimientos en el total de Galicia, se situaron en 8.080 en el acumulado del año, en este caso con datos hasta julio. Son un 1,12% menos en variación interanual, puesto que 12 meses atrás ascendían a 8.172. Este año van 2.799 partos en la suma de las áreas de Vigo y Pontevedra, por lo que con seguridad se alcanzará otra marca negativa, la quinta consecutiva de la serie histórica. En cuanto a los grupos de edad, la maternidad se confirma cada vez más tardía. El grupo más numeroso se sitúa en Vigo y Pontevedra en los tramos de los 30 y 34 y de 35 a 39: curiosamente, en lo que va de año coincide el número de nacimientos, con 912 en cada uno de ellos, por lo que suponen más de la mitad del total. A continuación, las menores de 30, pero cada vez más cerca en cifras absolutas con las mayores de 40. Estas últimas, las viguesas que optan por ser madres a una edad antes casi imposible, suman en los siete primeros meses del año un total de 401 nacimientos, el 15 por ciento de todos. Entre todas ellas, 37 alcanzaron la maternidad entre los 45 y 49 años y todavía hubo dos con más de 50. En el otro lado, las menores de 20 representan tan solo 23 partos, menos del 1 por ciento de los nacimientos anotados, con un retroceso del 8 por ciento sobre el año pasado y del 40 por ciento sobre el año 2019.
Los precios de la restauración son un 6,7 por ciento más altos que hace un año
Los precios de bares y restaurantes en Galicia se han situado en agosto en un 6,7 por ciento más que hace un año, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). El principal motivo es el constante encarecimiento de la cesta de la compra que en España ya está en un 10,5 por ciento más interanual. Según César Ballesteros, presidente de la federación provincial hostelera, “estos datos dejan constancia del esfuerzo titánico por parte del sector que, ante una cesta de la compra cada vez más elevada, intenta no repercutir todo este incremento en el cliente final por lo que ve reducido sus márgenes”. Además, continúa Ballesteros, “el gasto medio por cliente en restauración también ha descendido por lo que, los hosteleros se ven obligados a compensar esta situación con más trabajo y horas para conseguir los mismos resultados”. La subida en Galicia es ligeramente más alta que la media de España que es del 6,4 por ciento. Por comunidades, es la séptima donde más se ha encarecido los precios de la restauración.
Respecto a los precios de alojamiento, el incremento en Galicia ha sido del 6,8 por ciento, situándose entre la comunidades españolas que menos han crecido. En los primeros puestos se encuentra Cantabria que lo ha hecho por encima del 20,2 por ciento, o Baleares y Murcia que lo han hecho por encima del 13 por ciento. Según César Ballesteros, “partiendo de la mayor adaptabilidad de este sector para modificar sus precios casi al día según la demanda, lo que sí constatamos es que el cliente sigue intentado mantener su gasto en alojamiento y donde sí reduce es ya en destino, sobre todo, en restauración y otros servicios”. En este sentido, continúa, “otras empresas de oferta complementaria del sector turístico como guías, empresas de alquiler de barcos o transporte de ría se han visto perjudicadas por este recorte en gasto del cliente y tienen serias dificultades para mantener sus márgenes”.