Vigo se 'petó' para celebrar Fin de Año 2023 en una noche seca... de agua

La desmedida euforia de la Nochevieja que se vivió para dar la entrada al 2023 se redujo en la bienvenida de este año. Según Policía Local, y los Bomberos la madrugada fue relativamente más tranquila que entonces (era la primera fiesta sin restricciones), aunque así se registraron varios incidentes provocados por la ingesta de alcohol, las peleas y la tirada de petardos y pirotecnia.

Los agentes detectaron hasta nueve alcoholemias positivas al volante y el servicio de Urgencias hasta 14 intoxicaciones etílicas. Si por la noche ingresaban dos personas heridas víctimas de agresión, a medida que pasaban las horas, el número iba incrementándose con jóvenes con diversas fracturas provocadas por peleas. Además, hubo otro herido al reventarle una mano cuando lanzaba un petardo.

La pirotecnia fue otro de los puntos claves de la fiesta, con fuegos y petardos en prácticamente todos los barrios de la ciudad, especialmente notables los que se lanzaron en zonas como Rosalía de Castro, Coia, Plaza Independiencia o A Doblada.

Los bomberos tuvieron que realizar una salida por una bengala lanzada en los primeros minutos de 2024 que impactó en el balcón de un edificio, provocando un pequeño conato de incendio, que pudo ser sofocado sin mayores problemas. Asimismo, tuvieron que intervenir por otros dos fuegos en contenedores en distintos puntos de la ciudad y por un accidente de tráfico de un vehículo contra un poste en Valadares.

En el servicio de Urgencias ingresó una persona en estado grave por otro accidente fuera del casco urbano.

La afluencia de personas en las calles fue mucho mayor en la pre Nochevieja. Cientos de personas se dieron cita antes de la cena del 31 en el centro vigués y todo el Casco Vello, un lugar que se ha convertido en los últimos años en punto de encuentro para despedir el año horas antes de las tradicionales uvas.

Tras las campanadas, Areal, Churruca, Plaza de Portugal o As Avenidas se convertían en un hervidero al concentrar la mayor parte de las fiestas de Fin de Año y de locales abiertos, si bien este año hubo un incremento de la hostelería que decidió cerrar la verja el 31 de diciembre.

Efectivos de Policía Nacional y Policía Local desplegaron sus unidades para vigilar durante toda la madrugada los puntos calientes de la noche más larga del año y que se prolongó hasta bien entrada la mañana de ayer, a las puertas de las churrerías.