Reconquista 2024

Vigo se levanta y expulsa de nuevo a los franceses

Masiva representación del acto final de la Reconquista con la Porta do Sol rebosar de asistentes para presenciar la batalla final. // J.V. Landín
photo_camera Masiva representación del acto final de la Reconquista con la Porta do Sol rebosar de asistentes para presenciar la batalla final. // J.V. Landín
La Porta do Sol, la Porta da Gamboa y el Náutico se llenaron con decenas de miles de vecinos que participaron en el gran acto de la Reconquista

El Casco Vello se inundó ayer con decenas de miles de personas para seguir la representación de la expulsión del ejército francés, que puso el broche de oro a la fiesta de la Reconquista.

 

 

Los vecinos del Casco Vello volvieron a ataviarse con las ropas de la época e hicieron las veces de actores para teatralizar el levantamiento de la villa de Vigo de 1809 bajo la dirección de la actriz María Torres, que además fue distinguida este año como “miliciana de honra”. También se aprovechó la ocasión para homenajear a Xerardo Feijóo, encargado de organizar las actividades infantiles de la Reconquistiña.

La representación comenzó por segundo año en el escenario de la Porta do Sol, llena al completo, una imagen que se ve en otras pocas ocasiones cada año como el encendido del árbol de Navidad. En este espacio recrearon la cárcel francesa, el ayuntamiento y el mercado, simultaneando en ocasiones distintas escenas.

La narración corrió a cargo de Tino Baz que hizo las veces de músico ciego con su zanfona poniendo melodía a la historia del Vigo ocupado por los franceses del comandante Chalot en los tiempos del alcalde Vázquez Varela y el capitán del ejército Cachamuíña, representando acontecimientos como la detención de Aurora o el llamamiento a las armas.

La Porta do Sol se llenó al completo para poder seguir la representación de la expulsión del ejército francés de Vigo.
La Porta do Sol se llenó al completo para poder seguir la representación de la expulsión del ejército francés de Vigo.

Tras la retirada de los franceses al interior de la villa, la representación se trasladó hasta la Gamboa, donde lograron derribar la puerta con un ariete a pesar del fallecimiento de Carolo por los disparos del ejército invasor, mientras los milicianos gritaban una y otra vez cánticos como “lume” y “que non quede ningún”.

 

 

Una vez vencido, el ejército francés fue conducido portando una bandera blanca como muestra de su rendición hasta la dársena del Náutico, donde entregaron sus armas y se embarcaron para abandonar la villa, aunque lo hicieron mientras cantaban “La Marsellesa” por las aguas de la Ría.

Entre los asistentes a la representación estuvo presente gran parte del gobierno local, ataviados de época para la ocasión, y también el alcalde Abel Caballero, que se dirigió al público en la Porta do Sol para reivindicar que durante esta “gran fiesta de Vigo” la plaza “se nos queda ya pequeña, ya no cabemos aquí, hay más gente que en ninguna otra fiesta de Galicia”.

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