Vigo fía atraer empresas con los municipios vecinos

El nuevo Plan General (PGOM), que hoy se aprueba provisionalmente en pleno, prevé el desarrollo de suelo para la instalación de nuevas empresas por apenas un millón de metros cuadrados, divididos en cuatro zonas distintas. Mucho menos de lo previsto inicialmente, tras anularse el polígono de As Barrocas, en Matamá-Valadares, de algo más de un millón de metros, que iba a promover el Consorcio Zona Franca. También fue rechazada definitivamente otra zona, mucho más reducida, denominada Chan de Labrador, de 67.518 metros. Así quedó ya confirmado tras la modificación del Plan Sectoral de Ordenación de Áreas Empresariales de Galicia en lo referente a Vigo.

En estas condiciones, el PGOM ha dejado a Vigo con escaso suelo industrial futuro: de los cuatro parques a desarrollar en el Plan General, dos son de carácter supramunicipal, vinculados directamente a dos ayuntamientos, en un caso Ameal, con Redondela, en el otro, A Garrida, con Gondomar. Ameal incluso reduce sus posibilidades y pasa de 241.527 metros iniciales a 199.745. Se trata de una amplia franja en el entorno de Peinador que lleva años encima de la mesa, pero sin que haya avanzado lo más mínimo. Y las opciones de que lo haga en el futuro son escasas: depende de Redondela, donde hay nulo interés, y en la parte viguesa hay zonas habitadas. Los informes realizados son negativos.

Lo mismo sucede con A Garrida, en Valladares, vecino a Gondomar. En su configuración definitiva pasa de 195.092 a 185.811 metros cuadrados, lo que en teoría debería facilitar su desarrollo. Pero no es así. Que se ponga en marcha depende de cómo vaya el polígono de Vincios, donde Zona Franca es parte. Y tampoco resulta fácil, según ha podido constata el consorcio. Se trataría de unir lo ya existente en Vincios, medio millón de metros, con un desarrollo nuevo, con una inversión que se iría por encima de los 30 millones de euros.

Las otras dos áreas previstas para la llegada de empresas son “históricas”, las ampliaciones del polígono de Balaídos, básicamente para nuevos usos de la planta de Stellantis, y del Parque Tecnológico de Beade-Valladares, en su caso para fomentar la llegada de empresas terciarias, como la multinacional Ikea.

En Balaídos el Plan Sectorial de Galicia ajusta la superficie a ampliar a 235.664 metros, la mayoría en Matamá, otra zona densamente poblada. Zona Franca ya advirtió de la complejidad de esta operación, que pese a todo parece la más probable. Una superficie similar se prevé en el PGOM para la ampliación del PTL en el Parque Comercial, que dispone de dos zonas separadas, una de ellas reducida de 44.649 a 38.890 metros.

Los cambios de la Xunta, a petición del Concello

Las modificaciones en el plan sectorial de Galicia de áreas empresariales están ya aprobadas tras el visto bueno de la Consellería de Medio Ambiente y la posterior aprobación definitiva por el Consello de la Xunta. Fuentes del departamento gallego de Medio Ambiente señalaron que todos los cambios se realizaron a solicitud del Concello de Vigo “y en parte con el fin de adaptar las previsiones de desarrollo de suelo industrial en la ciudad al contenido del nuevo Plan General, ya solo pendiente de aprobación definitiva”.

Entre las modificaciones operadas, que afectan a la totalidad de Galicia, se encuentra la retirada del polígono de Matamá-Valladares al constatar Zona Franca una fuerte oposición vecinal y dificultades para su desarrollo. En Balaídos también hay un importante rechazo de vecinos de Matamá, pero parece más probable alcanzar un acuerdo.

Por otra parte, una asociación de Beade se concentrará hoy en la plaza del Rei, durante la sesión en la que se avalará el PGM, en señal de protesta por la resolución de las alegaciones presentadas contra el desarrollo de la PO-010, un vial que cruzará por la parroquia. Los afectados anunciaron un recurso ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.