CRISTO DE LA VICTORIA

Vigo se encomienda al Cristo

Los fieles, a los pies del Cristo de la Victoria ayer en la Basilíca, tras el Descendimiento.
photo_camera Los fieles, a los pies del Cristo de la Victoria ayer en la Basilíca, tras el Descendimiento.
El pregonero le pide ayuda para superar el covid, la guerra y la crisis económica. Emotivo Descendimiento de la talla ante los fieles

Con una profunda devoción y con la alegría que supone retomar la tradición más sentida por los vigueses tras dos años de pandemia, se vivió ayer la lectura del pregón del Santísimo Cristo de la Victoria, que este año corrió a cargo del traumatólogo vigués José Ricardo Troncoso y que tuvo lugar a mediodía de ayer en la pista del tenis del pazo Quiñones de León, la zona con más sombra del recinto, en presencia de políticos del PSOE y del PP, el obispo Luis Quinteiro y varios sacerdotes, autoridades militares, miembros de la cofradía y representantes de colectivos sociales.

 

 

Flanqueados por dos maceros del Concello de Vigo, leyeron sus discursos el alcalde de la ciudad, la hermana mayor de la Cofradía del Cristo, Marora Martín-Caloto, y el pregonero. José Troncoso, que lleva 23 años como vicemayordomo de la cofradía, dijo que Jesús crucificado es la figura que mejor entronca con la realidad del dolor y de los reveses de todo tipo y también representa “la fuerza y sabiduría de Dios” con valores como dar servicio a los demás o saber perdonar.  Como médico, hijo, nieto, hermano y padre de médicos, defendió el trato humano a los pacientes y pidió expresamente un apoyo decidido al médico de familia, porque “si esto falla el edificio de la sanidad se tambalea”. Por otro lado, el pregonero del Cristo realizó un reconocimiento expreso a las personas que se ocupan del cuidado en el hogar, un trabajo que considera poco valorado, y en especial a los que se ocupan de personas dependientes, a los que ve necesario facilitar un descanso.  Reivindicó la aportación de las personas con discapacidad en la familia y la sociedad y animó a luchar para que desarrollen sus capacidades.

Concluyó el pregón pidiendo al Cristo por las personas que sufren por el covid y la guerra, así como por Vigo y su comarca, y propuso evitar los sentimientos negativos y el rencor. (El texto íntegro del pregón, en las páginas 28-29).

 

De la Basílica a la alfombra floral de la Porta do Sol

Autoridades e invitados, en la pista de tenis del Quiñones de León.
Autoridades e invitados, en la pista de tenis del Quiñones de León.

La procesión del Cristo de la Victoria hará historia este año por varios motivos que ayer explicó la hermana mayor de la Cofradía, Marora Martín-Caloto. Tras dos años de paréntesis por la pandemia, el Cristo saldrá por primera vez de una Basílica, la de Santa María, una categoría concedida en parte a la concatedral por la devoción de los vigueses. Lo hará en un carro restaurado con apoyo del Concello, tras sufrir el ataque de las termitas.  Además, recupera el recorrido antiguo por Príncipe y estrenará la Porta do Sol, donde le espera una alfombra de flores elaborada por vecinos de Ponteareas y que complementará la ofrenda floral. A esto se suma el centenario del himno del Cristo que será interpretado por la Orquesta Clásica de Vigo. En su discurso, la hermana mayor también agradeció a Manquiña, ayer en primera fila en Castrelos, que aceptase portar el estandarte de la cofradía en la procesión. Por último, agradeció al Concello, la Diputación y el Obispado por el Sagrado Corazón instalado en l ermita de A Guía.

 

Caballero: "Una vez más se abrió camino la vida"

Acudieron políticos del PP, como Marta Fernández Tapias, y del PSOE.
Acudieron políticos del PP, como Marta Fernández Tapias, y del PSOE.

 

Abel Caballero hizo un discurso marcadamente poético y declamado como tal, en el que hizo un repaso del sufrimiento vivido por la pandemia, desde el confinamiento a los fallecidos casi sin tiempo a despedirse, el sacrificio de los sanitarios y de las personas de distintos sectores que siguieron trabajando por el bien común. Puso en valor el comportamiento colectivo de la sociedad y también de la ciencia, que fue capaz de encontrar una solución en forma de vacuna. Aseguró que el Cristo de la Victoria había estado presente en esos dos años, a pesar de no haber salido la procesión, “porque Él es el Cristo de Vigo”. Recordó que después llegó la “guerra asesina de un dictador sacado del congelador de la historia que quiso sentirse heredero del virus asesino” y lamentó las consecuencias de la guerra de Ucrania. Pero lejos del pesimismo, el alcalde dijo que también en este caso se había abierto camino una vez más la vida, el esfuerzo y la búsqueda del bien común, y valoró la fuerza y la unidad que representan la fe y la tradición del Cristo.

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