Las Rías Baixas suelen ser garantía de buen tiempo o, al menos, contar con un cielo más despejado que en el norte de Galicia. Así lo demuestran los estudios meteorológicos que confirman que Vigo es la ciudad gallega más soleada, incluso por encima de Ourense, con una media de 2.553 horas al año de sol. Además, en esta urbe, así como en otros municipios pontevedreses como O Grove o Vilanova de Arousa, se alcanzaron máximas históricas que llegaron a 2.700 horas sin ninguna nube.
Sin embargo, la localidad gallega que se encabeza en la lista es A Mezquita, en Ourense. Este municipio registra cada año una media de 2,751 horas de de sol, es decir, más de 100 días de cielos despejados. En 2017 este ayuntamiento, que limita con Portugal y Castilla y León, alcanzó un máximo histórico gallego llegando cerca de las 3.000 horas de sol.
Vigo supera a A Coruña en días de cielos despejados, concretamente se estaría hablando de que la ciudad de las Rías Baixas acumula 16 días más de sol. Esto es debido a que el viento de componente norte provoca de manera frecuente nubosidad baja durante la primavera y el verano.
Este fenómeno es provocado por el viento del nordeste, responsable de distribuir las horas de sol sobre el mapa. Gracias a estas corrientes se canaliza el anticiclón de las Azores que es sinónimo de calor y sequedad. Las altas presiones propias del viento hacen que en verano, en el sur gallego el sol sea el protagonista mientras que en el litoral lucense, destaque la nubosidad. La diferencia de insolación entre los dos extremos de Galicia supera las mil horas al año. Este contraste se debe a que, cuando una nube baja cubre el norte gallego, el aire que desciende hacia el sur va perdiendo humedad.
Sin embargo, cabe destacar que estas cifras pueden variar en función función de la persistencia de la influencia anticiclónica.
Como consecuencia, el norte de la comunidad sufre el menor número de días con cielos despejados. El mínimo se registra en el municipio de Viveiro en donde el observatorio de Penedo de Galo calculó la media de horas de sol al año: 1.580, es decir, 65 días. Este ayuntamiento lucense representó cifras históricas que, al contrario de A Mezquita, corresponden con el mínimo en Galicia ya que Viveiro llegó a tener tan solo 45 días anuales de sol en 2014.
La sequía del nordeste acarrea consecuencias negativas ya que, a pesar de que se agradezca el sol durante la estación estival, este viento puede convertirse en un factor de riesgo para los incendios. Además, este peligro se acentúa en la provincia de Pontevedra por situarse al sur del Macizo Central Gallego, aumentando que el viento sea, todavía, más cálido.
Sin embargo, en otoño la situación mienza a cambiar en la comunidad provocando numerosas borrascas que protagonizarán los meses de invierno.
De la misma manera que el viento nordeste se vuelve más seco conforme desciende hacia el sur, el suroeste lo hace cuando asciende hacia el litoral lucense. Es por ello que, pesar de que las Rías Baixas es la zona de Galicia en la que los cielos despejados son más frecuentes en verano, también se trata del lugar más húmedo durante los meses restantes. Las bajas presiones provocan que A Mariña y el norte gallego registren las mayores horas de sol durante la estación más fría del año.
Entre los registros de los últimos años en Galicia, destacan los datos del 2017 ya que fue un año extremadamente seco. El responsable fue la larga duración del anticiclón de las Azores sobre Galicia. Durante esos doce meses, la media rozó las 3.000 horas de sol, una cifra propia de ciudades del sur de España como las andaluzas Almería, Málaga o Sevilla.n
