La Policía Local de Vigo mantuvo durante todo el fin de semana vigilancia constante en los edificios de los números 11 y 13 de la calle Fisterra, por orden de Urbanismo, después de que el Concello ordenase el desalojo por riesgo de incendio. Fuentes policiales confirmaron que los efectivos se mantienen para controlar que no se produce ningún incidente a la espera de que todos los inquilinos salgan de sus viviendas, ya que de momento no tienen con una fecha límite para abandonar los inmuebles, tal y como confirmaron los propios residentes.
Los del número 11 se lamentan de la decisión ya que su edificio, aunque es antiguo, no se encuentra en la misma situación que el 13, con graves problemas y con las instalaciones eléctricas en riesgo. De hecho, la instalación del número 11 no tiene cables al descubierto como la de su inmueble gemelo y cuya inspección provocó la decisión de Urbanismo de desalojar ante una amenaza clara de que se pudiera producir un incendio por cortocircuito.