Videojuegos para promover el ejercicio en niños oncológicos

Sanidad

Un proyecto de realidad virtual mostró importantes beneficios en la condición física y emocional de estos pacientes del Cunqueiro

María Tallón, la directora del Galicia Sur, Eva Poveda, y el investigador Pablo Campo.
María Tallón, la directora del Galicia Sur, Eva Poveda, y el investigador Pablo Campo.

El Cunqueiro está utilizando la realidad virtual inmersiva para promover la práctica de ejercicio físico en el domicilio entre los niños que sufren un proceso oncológico o una patología pediátrica grave, con resultados muy satisfactorios en cuanto a la mejora de las capacidades físicas y funcionales de estos pacientes, y también por un aumento de su bienestar emocional.

Se trata de un proyecto piloto de fisioterapia domiciliaria basada en estos videojuegos interactivos que impulsaron investigadores de la Universidad de Vigo y del Instituto Sanitario Galicia Sur en colaboración con la oncóloga pediátrica María Tallón. La idea es que tenga continuidad y ahí encontraron el apoyo incondicional de la asociación Bicos de Papel que logró implicar a la Fundación García Chillón Orlando para comprar los equipos necesarios. Además, hay una segunda parte del proyecto para extender su uso al Hospital de Día Oncológico como elemento distractor en el momento en que es necesario poner una vía o un tratamiento a estos pequeños. Para ello tienen previsto ofrecer una formación previa a las enfermeras.

Los investigadores ya habían aplicado estas tecnologías en pacientes frágiles, de edad avanzada, con Párkinson o Alzheimer con buenos resultados, cuando pensaron que los niños oncológicos también podrían beneficiarse de estas terapias. “María Tallón es una firme defensora de la actividad física y del ejercicio y enseguida vio las posibilidades que tendría”, explica el investigador Pablo Campo. Hasta ahora participan cuatro menores, pero quieren ofrecérselo a más pacientes.

El primer paso es que los padres acepten participar y a partir de ahí se hace una valoración inicial, se les explica el funcionamiento de los equipos que van a utilizar y se realizan pruebas para que posteriormente se los puedan llevar a casa con un plan de trabajo para ocho semanas en el que hay un incremento gradual de la intensidad y la fuerza del ejercicio. Los responsables del proyecto supervisan el ejercicio por control remoto y disponen de un teléfono por si surge algún problema. En casa una de las tareas consiste en escribir un diario para ver cómo está influyendo en su salud mental y en su calidad de vida.

“Los pacientes tienen días mejores y peores, esto les facilita un programa de ejercicio cómodo para ellos y que evita salir de casa cuando están con las defensas bajas. Alguno a lo mejor se encuentra mal por la mañana como consecuencia del tratamiento pero por la tarde dice que quiere hacer los ejercicios. Es una propuesta motivante, divertida, cercana y basada en los objetivos terapéuticos que tenemos”, explica. Empiezan con exergames cercanos, muy lúdicos, en los que ese niño puede estar en un entorno de nieve o convertirse en un mago que hace pociones y ve como sus manos cambian de color. Luego siguen intervenciones para medir su tiempo de respuesta ante determinados estímulos, puesto que a veces su velocidad de procesamiento se ve afectada al perder la actividad escolar y social, con un estado de desánimo y apatía. Finalmente, comienza el ejercicio multicomponente basado en una temática próxima al boxeo por la variedad de ejercicios que permite y se va incrementando en función del progreso.

La oncóloga pediátrica María Tallón asegura que los beneficios potenciales son múltiples, porque mejora las condiciones a nivel físico, la capacidad funcional, la resistencia, disminuye la atrofia muscular debido al encamamiento y a la vida sedentaria propia de los niños enfermos, y esperan un beneficio a nivel psíquico porque “tener unas metas, unos objetivos a corto plazo, siempre es positivo tengas la edad que tengas, mejora mucho el estado de ánimo”. Por otro lado, apunta que los videojuegos y las redes sociales son parte importante en la vida de los niños y los adolescentes, por lo que “es una forma de entrar en su mundo más sencilla que si le pusiéramos otro tipo de tareas o los mandásemos al gimnasio”

De este proyecto ya surgió una publicación científica firmada por los investigadores Pablo Campo-Prieto, María Tallón, Gustavo Rodríguez-Fuentes y José María Cancela-Carral. Es un estudio de caso que lleva por título “Realidad virtual inmersiva y ejercicio terapéutico como herramienta de rehabilitación pediátrica en Enfermedad de Castleman multicéntrica idiopática-Tafro”, porque son las conclusiones de esta experiencia con un paciente de 17 años con esta enfermedad.

Para la directora científica del Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur, Eva Poveda, el proyecto “representa los objetivos de un instituto de investigación biomédica de generar conocimientos, formación y mejorar la calidad de vida y la salud de las personas”.

El Cunqueiro cuenta con unos 30 niños oncológicos al año.

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