Las vacaciones agravan la situación precarizada de las enfermeras en Vigo
Sindicatos y colectivos exigen más contratación en plantillas reducidas y piden más plazas en las escuelas
El verano recrudece la situación de precaridad entre las enfermeras, tal y como denuncian los colectivos profesionales. Los recién graduados no cubren las vacaciones de los titulares y la falta de contrataciones dejan al límite las plantillas, que en algunos casos como el personal de residencias asistidas no llegan a cubrir el 55% de las ausencias. Desde el Sindicato de Enfermería pidieron al Ministerio que aumentase el número de plazas de formación para dar respuesta a las necesidades del mercado laboral, sin recibir respuesta. Para el próximo curso, la escuela de O Meixoeiro, dependiente de la Universidade de Vigo, tiene 1.903 solicitudes y la de Povisa, 1.098, en esta última con capacidad para 291 alumnos.
María Giráldez, subdirectora de la escuela de Povisa, afirma que a final de curso, empresas de distintos ámbitos solicitan personal cualificado. Titulados de esta escuela son el 70% de los contratos de verano en el hospital Povisa. “Salen preparados para trabajar, en el último curso tienen muchas horas de prácticas”. Considera que la responsabilidad que implica el trabajo de una enfermera no lo suficientemente pagado, esa es la razón, a su parecer, de que continúen la fuga de talento. “Ya no se marchan tanto y ahora prefieren otros destinos como Holanda o los países nórdicos, donde los sueldos son mejores, pero suele tomarse como una experiencia, luego vuelven”.
El cambio en el sistema universitario, con estudios de cuatro años, en vez de tres y el examen de Enfermeros Interinos Residentes (EIR) para hacer especialidad redujo las nuevas promociones dispuestas a trabajar a principio de verano, que tradicionalmente cubrían las vacaciones de los titulares.
Enfermería se encuentra entre las diez profesiones más valoradas en España y según Emma Rodríguez, secretaria provincial del sindicato Satse, experimentó un bum en las matrículas de las escuelas después del covid. “Sin embargo, hay un techo de hormigón que no cuesta mucho romper, no sirve de nada que seamos personal universitario y pretende cubrir nuestros puestos con personal de FP sin la cualificación necesaria”. Desde Satse reconocen que “si bien la nuestra no es una profesión sin demasiado paro, no hay trabajos estables, hay compañeras que después de diez años de experiencia siguen llamándolas para días sueltos; en Sanidad hay mucha desorganización y desconsideración con la profesión”. Señalan que esta precariedad también va en contra de la calidad del trabajo, “al ser contratos por días alternos se incumple la continuidad de los cuidados”.
Con todo, la demanda de profesionales es una constante también en la privada, donde hay mayor estabilidad, aunque menor reconocimiento a nivel económico.
Familiar y matrona, los perfiles más buscados en Sanidad
Las especialidades que más salidas tienen dentro de una profesión prácticamente sin paro, son la de familiar y comunitaria que son las que más plaza convoca en cada oposición, y la obstetricia y ginecología. “La formación de la matrona es una de las más pedidas, pero al igual que las otras especialidades, las enfermeras tienen que seguir estudiando después de obtener el grado, se calcula que un 20% de los titulados no se incorporan al mercado laboral en los primeros años, lo que agrava aún más la falta de personal cualificado”, afirma la representante sindical, Emma Rodríguez.
La tormenta perfecta se completa con el alto porcentaje de estudiantes de fuera de Galicia que escoge Vigo (entre el 40 y el 60%) y Pontevedra (entre el 60 y el 80%), que al finalizar los cursos regresan a sus comunidades. “Lo grave en estas situaciones es que otras categorías profesionales, auxiliares o técnicos sin la formación necesaria están haciendo las funciones de la enfermera, como pasó en el caso de la vacunación en farmacias comunitarias”, puntualiza Rodríguez.
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