El mayor puente del año en el medio de las vacaciones de agosto, de fin de semana hasta el miércoles, se puede resumir en un Vigo lleno y con gran parte de la hostelería cerrada. Una paradoja aún mayor al coincidir los hoteles rondando la máxima ocupación -por encima del 90 por ciento en todo caso, según datos oficiales de la asociación hotelera local Ahosvi- con las Cíes con el cartel de completo hasta el 1 de septiembre -solo quedan algunas plazas libres el día 31- y con llegada diaria de cruceros: hoy desembarcará unos 3.000 pasajeros el gigante “Norwegian Getaway” y la próxima semana habrá una doble escala.
El presidente de la asociación de hoteleros, Iván Sánchez, confirma los datos de ocupación, que están dentro de lo previsto y en la media de las Rías Baixas, en su mejor momento del año, y reconoce que en efecto, los miles de visitantes de estos días se pueden encontrar con dificultades a la hora de encontrar un lugar para tomar una bebida o comer. Explica Sánchez que el turista en Vigo en verano, al contrario de lo que ocurre en Navidades, suele pernoctar en la ciudad y darse una vuelta (ayer estaba completo el autobús turístico), pero aprovecha para visitar otras zonas próximas como O Grove, Baiona, A Guarda o Pontevedra, entre otras, donde almuerza. “Por eso, no hay tanto problema al mediodía en Vigo y se pueden cerrar muchos locales. Para cenar sí puede encontrarse con dificultades, pero solo durante estos días de agosto”, indica Iván Sánchez.
La perspectiva con la que trabaja el sector hostelero es que la alta ocupación se mantenga hasta el fin de semana del 26, cuando comienza a caer el turismo al acercarse el regreso al trabajo y a los colegios y universidades. Curiosamente, a principios de septiembre vuelve a repuntar con fuerza, sobre todo el visitante nacional.
