Conflicto de Vitrasa

La plantilla de Vitrasa suspende la huelga para seguir negociando

Los autobuses volverán a circular con normalidad la próxima semana.
photo_camera Los autobuses volverán a circular con normalidad la próxima semana.

La asamblea aprobó por mayoría aceptar la última oferta de la patronal y continuar con las reuniones para firmar un nuevo convenio tras más de 100 días de movilizaciones

El conflicto laboral de Vitrasa encabeza su final. Tras 105 días de huelga indefinida, la plantilla de la concesionaria del transporte urbano de Vigo tomó este viernes la decisión de desconvocar las movilizaciones –temporalmente– para negociar un acuerdo con la empresa. Lo hizo en una asamblea que se celebró en el salón parroquial del Santísimo Cristo de la Victoria, en Coia en la que participaron en total 218 trabajadores. 

 

 

De las cuatro opciones entre las que podían elegir, los empleados de Vitrasa eligieron por clara mayoría aceptar la última oferta de la empresa para seguir negociando un nuevo convenio, esta vez sin la huelga indefinida de fondo. 158 trabajadores se mostraron a favor de esta decisión, mientras que 32 votaron volver a los paros parciales; 23 continuar con la huelga indefinida; 3 parar a cambio de nada y 2, en blanco.

El siguiente paso se dará el próximo lunes, día en el que Vitrasa ha convocado al comité para definir las negociaciones y la oferta que acepta la plantilla para continuar con el proceso. De esto se encargará el comité, que valorará si escoge entre un aumento salarial del 2% desde 2021 o del 3% desde 2023 más un pago de 500 euros en compensación por la congelación de sueldos durante 2021 y 2022. Una vez hecho, se dará por desconvocada la huelga ya el propio lunes o a partir del martes para iniciar una nueva etapa de conversaciones entre comité y patronal.

Un conflicto de tres años que se recrudeció en Navidad

El de Vitrasa es ya uno de los conflictos laborales más destacados de la historia de la ciudad. Durante más de 100 días, el servicio público de transporte urbano de Vigo quedó reducido a la mitad, sufriendo la peor parte del mismo la población del extrarradio, donde la concesionaria llegó a dejar frecuencias de dos o tres horas entre autobuses.

Pero aunque la huelga durara más de tres meses, el conflicto entre Vitrasa y sus trabajadores comenzó a finales de 2020, a la hora de establecer un nuevo convenio colectivo donde la empresa, sufriendo pérdidas a causa de la crisis del covid, intentó negociar a la baja hasta el punto de proponer una inaplicación del mismo reduciendo en el 30% el sueldo de sus empleados, propuesta que fue tumbada por el servicio de mediación (SMAC). 

Desde ese momento, a mediados de 2022, las relaciones entre comité y empresa se recrudecieron y los paros parciales, hasta entonces esporádicos, pasaron a realizarse prácticamente todas las semanas hasta que el conflicto estalló en noviembre de 2023 con la convocatoria de huelga indefinida.

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