Huelga en Vitrasa

El conflicto de Vitrasa, pendiente de una nueva votación

Un autobús de Vitrasa circula en servicios mínimos. // Vicente Alonso
photo_camera Un autobús de Vitrasa circula en servicios mínimos. // Vicente Alonso
El comité convoca a los trabajadores para tomar una decisión ante la negativa de la empresa a seguir negociando

Los trabajadores de Vitrasa se dan una nueva oportunidad para terminar con la huelga, esta vez sin preacuerdo con la concesionaria. Se trata de una decisión tomada por el comité de empresa, que, ante la negativa de la compañía a seguir negociando tras cinco mediaciones sin acuerdo y 101 días de movilizaciones y huelga que ya han comenzado a mermar la economía de una parte importante de la plantilla. Así, el próximo viernes 8 de marzo todos los trabajadores están llamados a participar en una asamblea en la que deberán votar entre cuatro opciones: continuar con la huelga indefinida, suspenderla, aceptar la última oferta de la empresa si esta sigue en pie o volver a los paros parciales.

 

Así lo anunciaba el propio comité de empresa en una circular dirigida a todos los empleados en la que piden “máxima asistencia” dada la importancia de la decisión a tomar. El presidente del mismo, Imanol Arnoso, confirmó a este periódico que se decidió convocar esta asamblea después de que Vitrasa anunciara su intención de romper las negociaciones, ya que mientras siga la huelga no esperan que la empresa vuelva a aceptar negociar, “pero es una decisión que no podía tomar solamente el comité”. Además, también entra en juego la economía “mermada” de gran parte de la plantilla, ya que dos de los cuatro sindicatos que representan a los empleados no cuentan con cajas de resistencia para paliar las pérdidas económicas y la huelga cumplirá a finales de marzo los cuatro meses de duración. 

De llegar a suspenderse la huelga indefinida, Arnoso opina que “no creo que Vitrasa quiera seguir negociando”, basándose en que “primero nos decían que tenía que llegar el reequilibrio y luego que debía haber una recuperación de viajeros”. La sede de la concesionaria del autobús urbano en Camposancos será el escenario que acoja un momento que podría ser decisivo en el conflicto de Vitrasa.

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