La amenaza de lluvia no pudo con la Festa do Mexillón que celebró ayer una nueva edición que reunió a multitudes en el parque de Castrelos, donde se degustaron hasta 3.000 kilos de este bivalvo, así como otros 300 kilos de empanada.
La previsión meteorológica, en lugar de jugar a la contra, ayudó a animar a los asistentes a asistir a la fiesta durante una mañana de cielos cubiertos y temperaturas suaves. Según señaló la organización, esto hizo que muchos cambiaran los planes de la playa por los de la fiesta para probar los mejillones a precios asequibles, en un momento en el que el producto está siendo más escaso de lo habitual, aunque en estos momentos están abiertos prácticamente todos los polígonos de las Rías Baixas a excepción de la zona de Bueu. Desde media mañana, las colas para poder comprarlos se extendían ya a lo largo del parque evidenciando una afluencia de récord, mayor que en ediciones anteriores.
Si bien llegaron a caer algunas gotas aisladas, no fue necesario llegar a abrir los paraguas y la cobertura de los árboles fue suficiente. Todo ello acompañado también de la música tradicional, ya que la fiesta contó con actuaciones del grupo Xuntanza y de la banda Folk de Coiro, que hicieron que algunos de los presentes también aprovechasen el momento para bailar.
A las 13 horas tuvo lugar la lectura del pregón, que este año corrió a cargo del presidente de la federación Vigo Comercio y gerente del mercado de Teis, Roberto Giráldez, que puso en valor el interés gastronómico y económico que genera el mejillón en sus distintas preparaciones así como el trabajo de la gente del mar para cultivarlos y recogerlos.
Posteriormente, se produjo la entrega del ‘Mexilón de Ouro’, que en esta ocasión fue para el Banco de Alimentos de Vigo y lo recogió su presidente, Iván Martínez, de manos del alcalde Abel Caballero. En su intervención, Martínez hizo referencia al orgullo de recibir este reconocimiento y también a la responsabilidad que trae consigo de “atender las necesidades de la gente más vulnerable de la provincia” y afirmó estar “empeñados en que nadie se sienta defraudado por nuestra actividad”. A su vez, Caballero agradeció al Banco de Alimentos el “extraordinario” trabajo que hace.
Organizada por la Federación de Peñas Recreativas El Olivo, esta cita gastronómica que tiene lugar el primer sábado de septiembre es cada año una de las últimas fiestas del verano vigués, capaz de reunir cada año a un público fiel que repite en esta celebración que pone el foco en uno de los productos estrella de la Ría de Vigo.