El temporal más duro del otoño

Viento y lluvia intensos para un noviembre a la altura de los de antes. De momento, ayer varias plusmarcas: fue en Vigo donde se recogieron las rachas de viento más fuertes de la costa atlántica gallega, rozando los 90 por hora en pleno centro, lo que obligó a anular seis vuelos, en lo que va de mes se han recogido ya 200 litros. Es una cifra importante teniendo en cuenta que se trata de un año seco. En concreto, es probable que sea al menos ocho veces más que el mismo mes del año pasado, en que se recogieron solo 34 litros. Faltan todavía nueve días y el pronóstico continúa siendo de otoño clásico. En 2020, noviembre descargó la mitad que en este, con 93, y ya hay que remitirse a 2019 para encontrarse un mes lluvioso como en los antiguos tiempos, con 305 litros, marca que podría superarse. En estas condiciones, resulta normal que los embalses se encuentren por encima incluso de lo habitual, con Eiras en el 86 por ciento y Zamáns cerca del 90, en ambos casos desaguando con fuerza para evitar riadas (en otoño e invierno no suele pasar del 80 por ciento de ocupación). Porque si en Vigo se recogieron 200 litros hasta el momento, en Fornelos, donde se encuentra Eiras, son más de 310 y subiendo. La sequía ya es historia, hasta el próximo año.

El temporal de viento obligó a desviar vuelos desde los tres aeropuertos gallegos. El más perjudicado fue en esta ocasión el de Vigo, con tres enlaces afectados, por tanto seis conexiones en total. Los dos últimos vuelos que llegaron durante el pasado domingo desde Madrid al aeropuerto de Peinador no pudieron aterrizar por el viento y tuvieron que regresar a Madrid. Y por tanto, tampoco hubo los otros dos de vuelta. Por la mañana, otro enlace, desde Barcelona, tuvo que tomar tierra en Santiago. Por su parte, en el aeropuerto de la capital gallega no pudo tomar tierra este domingo un vuelo procedente de Amsterdam, que se desvió a Barcelona; y en el de A Coruña se anuló el primer enlace procedente de Madrid, que aterrizó en Compostela.

Una enorme piedra en el medio del vial de Coruxo

Policía Local y Bomberos recibieron un total de 15 llamadas a consecuencia de las intensas lluvias, aunque solo dos intervenciones resultaron destacables. En concreto, el primer caso, se tuvo conocimiento a las 21,12 horas en la calle Bouzós, en la zona de Coruxo. El alertante informaba de una piedra de grandes dimensiones desprendida de un talud con peligro. Al lugar se trasladó una patrulla que confirmó el obstáculo en el medio de la calzada, con el consiguiente peligro para los usuarios del vial. Los agentes solicitaron la presencia de Bomberos para poder retirarla lo antes posible, teniendo que ser movida por seis Bomberos debido a su peso, ayudados por patas de cabra. Finalmente, lograron apartarla de la calzada, quedando la vía libre sin ningún peligro. También fue necesaria la colaboración entre bomberos y Policía en la Carretera de Canido con un árbol caído sobre un carril de circulación, cortándolo por completo.