Los taxistas buscan al compañero que vio a Déborah subir a un coche

 Vigo quiere justicia para la joven Déborah Fernández. A pesar de los 17 años transcurridos desde que su cadáver fue hallado en una cuneta de O Rosal, la ciudad está volcada con la familia de la víctima. A este último impulso de masiva colaboración que ha conseguido reactivar la investigación policial se ha sumado también el colectivo del taxi.
Hace semanas, la familia hacía un llamamiento para encontrar a  un taxista que podría haber visto cómo la joven se subía a un vehículo  en Alcabre, poco después de ser vista por última vez. De su existencia se hacía eco la prensa de la época. Este trabajador habría relatado en una cafetería de la calle Ecuador que vio a una chica con las características de Déborah en la curva del matadero el día que desapareció poco antes de las nueve de la noche, que es la hora a la que la sitúa el último testigo.

Tras conocer dicho llamamiento, el colectivo comenzó a movilizarse. El presidente de la Cooperativa, Manuel Chorén, se mostró dispuesto a colaborar “en todo lo que sea necesario para ayudar a la familia a que se haga justicia”. Para ello, se inició una difusión interna entre todos los trabajadores del taxi para poder localizar al compañero. “Fue hace muchos años, algunos ya se habrán jubilado  y otros son demasiado jóvenes pero aún así haremos lo que esté en nuestra mano”, afirmó Chorén.
Otros compañeros con los que habló este diario que estaban en el taxi en 2002 aseguraban recordar el caso pero no tener constancia de que un compañero pudiera haber sido testigo, aún así, había unanimidad, “es un caso que tiene que esclarecerse”.
La Policía interrogó en su momento a varios testigos que aseguraron ver a la joven el día que desapareció en la curva de Alcabre,  e incluso cómo se la llevaban en un vehículo, si bien estos testimonios no eran del todo coincidentes respecto al tipo de coche (se aludió también a una furgoneta). Los agentes llegaron a poder comprobar uno de los testimonios.n