Solo Vigo está en Galicia a la altura de Leixoes como puerto internacional

Vigo y Leixoes, la terminal de Oporto, se han consolidado quizá definitivamente como los puertos referenciales de la fachada atlántica en mercancía general, a pesar de los distintos volúmenes de cada uno de ellos. Así de contundente lo señala el profesor Fernando González Laxe, expresidente de la Xunta y de Puertos del Estado, en un informe de coyuntura socioeconómica tomando como base los datos oficiales de Puertos del Estaod y de la Autoridade de Mobilidade de Transportes de Portugal. Y además, el ranking de la Unctad, el organismo de la ONU que mide los puertos mundiales. En efecto, los valores son muy distintos pero cada vez más próximos gracias a que Vigo ha mantenido un nivel alto, sin apenas grandes cambios, en tanto que Leixoes ha caído y con fuerza en tráfico portuario total, si bien ha ido ganando posición en mercancía general. Y eso se debe a la apuesta por el tráfico de contenedores, y en especial el movimiento de entrada y salida internacional.

Destaca Laxe que la especialización en la dinámica de contenedores se localiza en los puertos del Sur de Galicia, en donde el liderazgo se refuerza de manera constante en torno al área de Vigo, pese a que Ferrol ha comenzado a crecer con fuerza garcias a la entrada de la empresa Yilport en su puerto exterior. Dicha compañía, turca, es la misma que gestiona la terminal de Leixoes.

No obstante, lo más llamativo y que describe la situación con mayor precisión es el índice de conectividad marítima, que define Unctad en base a la combinación de cinco indicadores: el número de buques que escalan, la capacidad total de transporte contenedorizado en el puerto, el promedio del tamaño máximo de los barcos, el número de compañías de transporte marítimo localizadas en la ciudad y finalmente el número de servicios y conexiones por mar entre países. Como resultado de estas variables resulta posible establecer un índice que es evaluado trimestralmente por la Unctad en cerca de un millar de puertos de todo el mundo. Resultado del mismo, sobresale Leixoes con un 16,3 por ciento, y detrás Vigo, que alcanza el 13,4. La tendencia es claramente a igualar ambos porcentajes, por el incremento de la actividad viguesa en comercio y la ligera caída de la terminal lusa. “Son los dos puertos más representativos de la fachada atlántica, o lo que es lo mismo, son los que están más interconectados con las líneas de transporte marítimo regulares”, señala González Laxe. Más lejos estaría Ferrol, con un 5,8, y tendencia a la mejora, y detrás el resto, con Marín, en un 2,2, y cierta estabilidad por su estrategia de reforzar la especialización de mercancías. Los otros dos puertos gallegos registran índices muy bajos o nulos, como es el caso de A Coruña.

La rentabilidad es mayor en la terminal lusa que en la viguesa

Otro aspecto que analiza el expresidente de la Xunta y Puertos es el estado financiero de las terminales, clave a la hora de afrontar inversiones. Es conocido que Leixoes ha recibido todo el apoyo del Gobierno portugués para realizar una ampliación de su plataforma para duplicar el número de contenedores, en tanto que Vigo ha optado por reordenar la superficie de Guixar de cara a poder crecer en un 40 por ciento en tráfico a corto plazo. Los resultados económicos de A Coruña y Vigo tuvieron en 2022 sendos incrementos, por encima del 400 por ciento, con 6,2 millones para Coruña y 2,5 millones para Vigo. No obstante, en rentabilidad, fijada por Puertos del Estado en 2,5%, todos los gallegos están por debajo, salvo Ferrol, que alcanza un 3,2. De hecho, Vigo registró en 2022 un resultado negativo cuando en los años anteriores, durante el covid, había mantenido de forma permanente índices positivos. En cambio, Leixoes registra una recuperación de su cifra de negocio y mantiene una satisfactoria rentabilidad del 1,6 para afrontar inversiones.

Solo el 9% de los trabajadores del mar baja de 30 años

Un problema añadido es el envejecimiento del sector pesquero, según señala la Confederación Española de Pesca (Cepesca), “realmente” preocupada por el escaso relevo generacional. Solicita a las administraciones públicas tomar conciencia de esta situación y ahondar en estrategias encaminadas a revertir esta situación. Según los datos del Instituto Social de la Marina, el mayor porcentaje de trabajadores afiliados al Régimen Especial del Mar se sitúa en el tramo de 50 a 59 años (el 33% de los trabajadores), seguido del tramo de 40 a 49 años (el 31%) y del de 30 a 39, que representa el 19% del total. Es decir, el 72,2% son mayores de 40 años, mientras que solo el 9% de los trabajadores del mar es menor de 30 años. En cuanto a los trabajadores a bordo, el grueso se sitúa en el tramo de edad de 40 a 64 años. Por tanto, para Cepesca, se trata de un sector con una edad media elevada y un 8% cercano a la jubilación que, pese a las buenas condiciones laborales –trabajos duros, pero bien pagados– no tiene visos de relevo. “Lo que cobra de media un tripulante de un barco de gran altura, cada vez mejores y más cómodos, supera con creces el salario mínimo", indica Cepesca.