Solo quedan siete puntos para que el Lagares sea un río cien por cien limpio
La mayoría de los vertidos están controlados, pero aún quedan restos para que el río esté limpio al 100%
El Lagares, tras fuertes inversiones durante décadas en depuración intensiva y vigilancia de sus tramos, ya es un río limpio, pero no del todo, aún no al 100 por cien. En la actualidad y según los datos recabados a través del Plan de Control de Vertidos (PCV) realizado por Augas de Galicia, existen siete puntos que afectan al cauce con presencia constatada de contaminación. Uno de ellos correspondiente a un vertido de aguas residuales de origen industrial en el municipio de Redondela, por tanto, en la zona más alta del río, cerca de su nacimiento en el entorno de Peinador. Los otros seis que han sido localizados se encuentran ya dentro del término municipal de Vigo: tres por verter aguas residuales al Lagares sin depuración, en tanto que los otros tres resultarían aportes irregulares procedentes de canalizaciones de pluviales o aguas naturales.
Además de estos siete puntos negros ya confirmados plenamente y que estarían pendientes de resolver, Augas de Galicia, organismo de la Consellería de Medio Ambiente, ha descubierto un punto de vertido que se encuentra fase de investigación y otros tres más de naturaleza industrial que están o bien en situación de cumplir con los límites o ya enmendados o sin caudal en la última inspección realizada por los técnicos de la Xunta. Por lo tanto, en principio han dejado de resultar preocupantes. No así con los siete confirmados.
Concretamente, el departamento autonómico de Medio Ambiente destaca que en los puntos de titularidad industrial o con aportes de aguas residuales de esta índole, se realizó una inspección del PCV con los titulares responsables para atajar la contaminación asociada, haciéndoles los requerimientos correspondientes para instalar sistemas de depuración o ejecutar las obras necesarias para enmendar el punto de vertido.
En el caso de los vertidos de aguas residuales urbanas sin depuración y de los procedentes de canalizaciones de pluviales o naturales, desde la Consellería de Medio Ambiente se requirió al titular, en este caso, los respectivos ayuntamientos (Redondela y Vigo), a llevar a cabo las actuaciones oportunas para solucionarlo. El proceso tendría que iniciarse de inmediato.
Más importante todavía, y lo que pone de manifiesto la buena salud general del río tras el esfuerzo mantenido de años en su limpieza, es que en la actualidad ya no existe ningún vertido autorizado al río Lagares ni tampoco depuradoras vinculadas.
“Hay que señalar que los puntos de vertido correspondientes a aliviaderos de la infraestructura de saneamiento son objeto de inspecciones periódicas por parte del personal del PCV”, señalaron en este sentido en Augas de Galicia.
No obstante, todavía hay algunas cañerías abiertas en varios tramos del cauce, pero se trata en general de conductos para las aguas pluviales que han sido cortados en su mayoría.
La pesca aún vedada y el peligro de zonas inundables
La salud del Lagares es en general buena, pero aún preocupan algunas cuestiones concretas. Por un lado, la prohibición que se mantiene de pescar, salvo sin muerte (para 2025) que se remonta al último vertido de hace diez años, el que acabó con toda la fauna piscícola, hasta el punto de que no se recuperó más que en parte. Otra cuestión es la peligrosidad del tramo final, entre Castrelos y Samil, una de las nueve zonas fluviales de Galicia con mayor riesgo de inundaciones.
En noviembre de 2020 Augas remitió al Concello un documento con las principales actuaciones y un protocolo para fijar la cooperación de la Xunta con una inversión total de 6,8 millones en el desarrollo de las obras para la prevención de inundaciones, “ofrecimiento reiterado en febrero del año siguiente”, sin que hasta el momenta haya luz verde de la Administración municipal.
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