La iniciativa solidaria de la parroquia del Perpetuo Socorro pretende que las personas en exclusión social que residen en Vigo puedan comer algo todos los días. Así, los domingos de 19 a 20 horas reparten bolsas con bocadillos, fruta, yogures, agua y galletas a todos los que acuden a modo de merienda-cena fría. “Se eligió el domingo por la tarde porque era el único día que en Vigo en aquel momento estaban desatendidas estas personas”, señala el coordinador del proyecto, José Ramón Sánchez. De esta manera, la intención es cubrir el vacío que hay ese día de la semana al cerrar por descanso los comedores sociales de la ciudad, aunque ahora la asociación A las 5 también reparte comida los domingos, pero solo a la gente que tiene en su listado y que va derivada de los Servicios Sociales del Concello de Vigo, Cáritas, Cruz Roja, Teranga, Emaus o Aldeas Infantiles.
José Ramón Sánchez explica que la idea surgió en 2019 a través de unas reuniones periódicas que mantienen “un grupo de laicos” en Burgos. Conversando con unos compañeros de Granada que estaban llevando a cabo una labor similar se interesaron por trasladarlo a Vigo, pero adaptado a la situación de la ciudad.
Comenzaron a ofrecer el servicio en junio de 2020 y desde entonces la demanda se ha ido incrementando, de hecho abren las puertas 15 minutos antes, a las 18:45 horas, debido a la gran cola que se forma en el callejón entre el centro comercial Plaza América y la iglesia del Perpetuo Socorro. Este año han repartido más de 1.700 bolsas con comida y cada domingo suelen acudir unas 70 personas, aunque la cifra varía. “No le pedimos el carné de identidad a nadie. Entregamos la bolsa y se la llevan a donde consideren. Algunos sales ahí fuera, caminas 40 minutos y lo están comiendo. Es gente que tiene hambre”, destaca el coordinador.
Colaboran en el proyecto 31 voluntarios que se dividen en grupos para preparar y repartir la comida. Aunque no sepan con exactitud cuántas personas van a solicitar el servicio, el coordinador destaca que nunca se han quedado completamente sin existencias y lo que sobra lo aprovechan para la siguiente semana. “Ningún domingo se fue nadie sin llevar algo para comer. Hubo un domingo que se acabó el pan, pero se complementó con otras cosas. Siempre se van con comida”, explica. Además, José Ramón Sánchez muestra su agradecimiento por todas las personas y empresas que colaboran con la iniciativa: “Contamos con muchas ayudas. Fue sorprendente y muy gratificante la respuesta de las casas comerciales. La mayoría de los productos son donados gratuitamente”.
