El sector inmobiliario apoya un cambio en la normativa de habitabilidad de Galicia con el objetivo de facilitar y permitir, en determinados supuestos, que bajos comerciales abandonados o sin actividad en entornos urbanos puedan renunciar a su uso original para reconvertirse en viviendas. En Galicia hay ahora más de 6.000 en estas condiciones, la mayoría en las ciudades, y de ellos algo más de un millar en Vigo, donde con oscilaciones se mantiene la situación estable. Vigo y A Coruña son los dos únicos municipios gallegos donde es más caro el precio de alquiler de locales comerciales. En concreto, en Vigo hay ahora mismo 1.075 locales en alquiler, algunos más que en enero de este año, en que llegaban a 975, pero menos que en octubre de 202, en que eran 1.100 los bajos vacíos. En A Coruña hay 725 en alquiler en julio; en Santiago son 325, en Ferrol 240; en Pontevedra 200 locales, igual que en Lugo, y el mayor número se da en Ourense, que alcanza 1.450 en alquiler en julio.
La patronal Fegein recuerda que existe ya la posibilidad de adaptar bajos comerciales para destinarlos a uso residencial, pero esta adaptación queda impedida por la normativa actual de habitabilidad, que exige que se cumplan una serie de condiciones bastante estrictas para garantizar la protección de las vistas de las viviendas desde el exterior.
Benito Iglesias, presidente de Fegein, y de la asociación viguesa Asemi, mantiene su total respaldo al cambio en la normativa que la Xunta va a aprobar para la adaptación de locales y oficinas para uso de viviendas porque, en su opinión, va a contribuir a paliar el grave problema de la falta de oferta de viviendas en alquiler. Considera que no se debe permitir construir viviendas nuevas de menos de 40 m2 "sean de locales reconvertidos en viviendas o en nueva vivienda, sea está habitual o residencial". Su conclusión es que los ayuntamientos deben regular la transformación de locales a viviendas con la nueva normativa de la Xunta.
Entre otras condiciones, los bajos reconvertidos para uso residencial deberían tener una superficie útil mínima de 40 m² habitables con la normativa de habitabilidad. La altura entre suelo y techo tendría que ser como mínimo de 2,5 metros y los baños y cocina deben disponer de instalación para una salida de humos. Además, muy importante, el local debe estar a nivel rasante del suelo y no bajo suelo. La fachada exterior debe tener una anchura mínima para poder introducir ventanas. Otra de las cuestiones que regularán las nuevas normas urbanísticas en la transformación de local a vivienda es garantizar que se respetan las condiciones de habitabilidad, confort, seguridad, accesibilidad y salubridad.
