El rural retrocede en Vigo: 25.000 fincas menos en dos décadas

Cada vez menos fincas rústicas y más propietarios; en la provincia hay 2,4 millones de parcelas y apenas ventas

Parcelas en Teis sin edificar, en un ejemplo de lo que podría ser suelo rústico en fase de evolución a residencial.
Parcelas en Teis sin edificar, en un ejemplo de lo que podría ser suelo rústico en fase de evolución a residencial.

Galicia es rural, la provincia también, pero en Vigo retrocede en beneficio de la parte edificable. No es una opinión, sino la conclusión de datos concretos y registrados. También es una realidad que hay miles de propietarios en parroquias y pequeños núcleos de población de toda Galicia, pero las transacciones son mínimas y la propiedad apenas se mueve.

En la provincia de Pontevedra hay a día de hoy por datos del catastro un total de 2,4 millones de parcelas rurales, pero la compraventa es ínfima. En concreto, los movimientos en el último año apenas alcanzaron a 8.400 fincas rústicas. Es un porcentaje similar al resto de Galicia, donde están registrados 1,7 millones de propietarios para 11 millones de parcelas con un valor catastral de 5.099 millones, pero solo se vendieron 31.800 en los doce últimos meses. En la provincia de A Coruña habría ahora 2,7 millones de parcelas, en Lugo 2,2 millones y otras 3,5 millones en Ourense.

Otra imagen clásica de la mezcla de lo rural y lo residencial dentro de Vigo, con parcelas y cultivos.
Otra imagen clásica de la mezcla de lo rural y lo residencial dentro de Vigo, con parcelas y cultivos.

Dentro de este contexto, la situación de Vigo, pese a ser la mayor ciudad gallega, rondando los 300.000 habitantes y la mayoría concentrada en el centro urbano (200.000 vecinos), no deja de resultar curiosa y concluyente: es cierto que hay miles de metros cuadrados con fincas rústicas en las parroquias, pero también que el rural no ha dejado de perder terreno en términos objetivos en cuanto a superficie urbanizable.

En concreto, a día de hoy habría en Vigo un total de 32.778 propietarios de 58.632 parcelas rústicas, con un valor de 8.318.000 euros. En 1990 que es el primer año que hay registros fiables, Vigo contaba con 23.388 propietarios y había un total de 84.030 parcelas rústicas. Es decir, en este tiempo -22 años- ha crecido el número de vigueses con una pequeña finca no edificable, pero son cada vez menos las parcelas rurales existentes. En el municipio de A Coruña hay 131.483 parcelas rústicas, más del doble, pese a tener un tercio de superficie. Las cifras del catastro confirman que Vigo es de los siete grandes ayuntamientos de Galicia el que menor número de parcelas rústicas tiene, y cada vez menos. “Eso refleja la gran movilidad laboral y población flotante, y también el crecimiento demográfico”, opina Benito Iglesias, presidente de la asociación de empresarios inmobiliarios viguesa y también de la federación gallega Fegein.

El rural dentro de la ciudad, los “urbanitas”, que combinan ambos mundos.
El rural dentro de la ciudad, los “urbanitas”, que combinan ambos mundos.

El perfil de vendedor habitual responde al de los herederos de esas fincas, donde el interés por parte de muchos de ellos en mantenerlas es reducido. “Muchos de ellos ni siquiera saben su ubicación de localización, o incluso que son poseedores de las mismas al ser transmitidas muchas de ellas por apodos cuyo nombre del propietario catastralmente es de padres, abuelos o incluso bisabuelos. Lo cual complica mucho documentalmente los trámites cuando de trasmiten a través de una compraventa”, explica Iglesias.

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