DE lavadores A JAPÓN

El reto de las mil grullas para Hiroshima

Hugo, Leire, Noa y Gael, en representación de los alumnos que participan en la iniciativa muestran orgullosos las decenas de grullas que ya han elaborado en el colegio.
photo_camera Hugo, Leire, Noa y Gael, en representación de los alumnos que participan en la iniciativa muestran orgullosos las decenas de grullas que ya han elaborado en el colegio.
Alumnos, profesores y padres del Colegio Valle Inclán trabajan para  elaborar un millar de aves de papel antes del  30,  día Escolar de la No Violencia.  Las figuras serán enviadas al Parque de la Paz de la ciudad japonesa

 La historia de Sadako y las mil grullas fue el punto de partida del ilusionante reto marcado por el CEIP Valle Inclán, en Lavadores. Según la leyenda japonesa, el mayor deseo se  hará  realidad si construyes mil grullas de papel. 
Esa fue la propuesta del centro a los alumnos con motivo del día de la Infancia, “para darles voz y que sean ellos y ellas quienes propongan el deseo a pedir”, explican desde el Valle Inclán. 

El reto tuvo una gran acogida en la búsqueda de colaboración más allá de los muros del colegio, en el barrio, asociaciones... y “ya tenemos a mucha gente participando”.
El objetivo es conseguir tener las 1.000 grullas el 30 de enero, día escolar de la No Violencia y la Paz  y para eso se ha extendido la colaboración a todas las personas que quieran participar, mientras en el centro se trabaja en cadena para conseguir sumar figuras.
Así, en el colegio y en el barrio se han colocado varias cajas para  quien desee pueda dejar sus grullas de papel, que pueden ser de diferentes colores y tamaños pero además deben ir acompañadas de un deseo de corazón que cumplir. “Las grullas solas no tienen sentido”, afirman los promotores.

Los pequeños disfrutan realizando el trabajo, que forma parte de la actividad del Club de Convivencia del centro, un proyecto que echó andar este año y que es una iniciativa compartida desde el CEIP Mestre Martínez.
Una vez se consigan las mil figuras de papel, la intención será enviarlas el próximo 6 de agosto a Hiroshima, coincidiendo con el día del bombardeo, para recordar, aseguran “que estas barbaridades no se pueden repetir”.

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