El Cunqueiro reduce robos y agresiones: ve "imposible" el secuestro de un bebé

El Hospital Álvaro Cunqueiro reforzó la plantilla de los vigilantes de seguridad.
photo_camera El Hospital Álvaro Cunqueiro reforzó la plantilla de los vigilantes de seguridad.
Consideran muy improbable que se produzca el robo de un bebé como el sucedido en el Hospital de Basurto

El robo de un bebé, como el protagonizado ayer por una mujer disfrazada de enfermera en un Hospital de Basurto, podría darse en cualquier hospital porque tienen un “régimen abierto” de control de accesos, pero es altamente improbable por los protocolos que aplica el Sergas y por el refuerzo de la seguridad en el Hospital Álvaro Cunqueiro, donde se ubica la mayor maternidad de Galicia. De hecho, no se tienen noticias de un episodio similar en Vigo.

 

 

El protocolo de Ginecología permite el acompañamiento de los padres, que tienen la custodia del bebé en las habitaciones, pero también contempla que puedan acompañar al recién nacido cuando le realizan alguna prueba en otra sala, según informaron fuentes sanitarias.

Por otro lado, desde el hospital apuntan que las familias suelen conocer al personal que les atiende porque “son los mismos en el tiempo que están allí”.

En segundo lugar, y esto atañe a todo el hospital, el refuerzo de la seguridad que se hizo en el Cunqueiro complica mucho que puedan producirse este tipo de episodios. Ahora hay más vigilantes para hacer la “patrulla” por las plantas y pasillos del hospital. Además de estos recorridos, que tienen una función disuasoria, señalan que todo el personal sanitario lleva una tarjeta identificativa con su nombre y el centro y si se detecta que algún trabajador no la lleva por zonas que no son las habituales de circulación del personal siempre les piden la identificación. 

El control en los accesos como el que puede existir en una fábrica es algo que no se plantea, precisamente porque las instituciones sanitarias vienen trabajando desde hace años por la apertura y la accesibilidad,  con medidas impensables hace unos años, como la posibilidad de que los familiares entren en la UCI. El único paréntesis en esta línea fue el que impuso la pandemia, con las restricciones a las visitas, pero los hospitales ya volvieron a la normalidad y solo se mantiene la obligación de llevar mascarilla.

El Cunqueiro contaba en sus inicios con una plantilla de vigilantes de seguridad escasa para el tamaño de sus instalaciones y para la gran afluencia de personas que acuden a diario.  Por aquel entonces, era más fácil que los delincuentes campasen a sus anchas.

 Eran 4 vigilantes en el turno de mañana, 3 por la tarde y 3 por la noche. La dirección entendió que era necesario reforzar el servicio y ahora son 6 vigilantes de mañana, 5 por la tarde y 3 por la noche.

Esta decisión permitió reducir un 50% los robos, altercados y agresiones, según subraya el responsable del sector de Seguridad de UGT, Francisco Javier Abad.

En las Urgencias se notó todavía más, porque cuentan con dos vigilantes las 24 horas del día. 

Las agresiones cayeron un 60% en este servicio, que tiene las puertas permanentemente abiertas.

Otro servicio que demandaba esta vigilancia era el PAC de la calle Pizarro y la tuvo durante el verano, cuando bajaron los robos y agresiones, pero ahora se suprimió.

En Vigo dos personas se hicieron pasar por médicos

La sanidad viguesa registró al menos dos casos de personas que se hicieron pasar por médicos. En 2017 un joven se puso una bata en el Cunqueiro, donde atendió a un paciente de Psiquiatría y a una mujer en Urgencias. Fue la responsable de la formación a los MIR quien sospechó que se trataba de un impostor y dio la voz de alarma. Sin embargo, el caso más sonado fue el de un conocido abogado de la ciudad que se hacía pasar por Ginecólogo en el antiguo Xeral y llegó a atender a varias mujeres. Los vigilantes lo descubrieron al ver su foto en el periódico en una noticia de temas laborales.

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