Si hay algo que los vigueses no pueden ocultar es su pasión por la ciudad. Además, animan a los visitantes a descubrir todos los secretos que esconde Vigo. Los imprescindibles son las islas Cíes, el monte de O Castro, la playa de Samil y el Casco Vello. “Tienen que ver la playa de Samil e ir al Casco Vello para tomarse unas tapitas y unas ostras en la Piedra”, señala Julio. También destacan el encanto de los alrededores como Baiona y Cangas, a la que se puede ir en barco.
Cualquier época es buena para visitar Vigo, pero los vigueses consideran que los meses de primavera y verano son el mejor momento. “Junio es un buen mes porque no hay mucho turismo y los días son muy largos”, apunta Esperanza. Respecto a la duración de la estancia la mayoría indican que con una semana sería suficiente para conocer la ciudad y realizar alguna excursión a los alrededores de Vigo. En cuanto a la gastronomía destacan el pulpo, el marisco y la empanada.